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viernes, agosto 05, 2011

LIDIA

LIDIA: PALABRA EN EXTINCIÓN
Excelsa palabra a punto de extinción del gran vocabulario taurino a consecuencia de la desaparición como concepto para la práctica del toreo. Bonita palabra utilizada como nombre propio y muy extendido en mujeres que pueden hacer gala de tan bello nombre, cambiando la I por otra Y. Digo esto por varias razones que comento a continuación y así es como yo lo vivo.
La palabra LIDIA, es el comportamiento que el torero debe tener con el toro o con el novillo, según el caso. LIDIA, es saber lo que hay que “hacer o no hacer” en cada momento con el animal en suerte. Esto dicho de un modo muy sucinto.
Creo que la situación en la que estamos sumidos con el mono encaste, es una de las razones principales por lo que está desapareciendo la LIDIA como concepto del y para el toreo.
Resulta, que con la variedad de encastes habría que LIDIAR más y de otro modo y eso cada vez menos toreros saben hacerlo. Si cada toro tiene su lidia, ¿qué sería lidiar con encastes variados? Pues para el espectador y sobre todo para el aficionado, volvería gran parte de la EMOCIÓN que hoy falta en nuestra FIESTA DE LOS TOROS.
Esta EMOCIÓN, la pone el comportamiento del toro provocado por lo que el torero debe hacer o no hacer para dominar a este bonito animal y adaptar su embestida a su manera de torear. Más o menos arte: yo a esto le llamo SENTIMIENTO. Hoy se dice: fulano, tiene oficio; este otro, técnica; aquel, está más placeado o menos. Pero decir que ha hecho una buena o mala LIDIA, ya no se utiliza. El resultado es que con menos encastes la acción de LIDIAR se utiliza menos o casi nada. Cuando he tenido la ocasión de preguntar a algunos alumnos recién salidos de una escuela taurina si les dan clases teóricas del comportamiento de los diversos encastes, todos contestan negativamente. Si me permiten, un ejemplo: un profesional que esté todo su período laboral haciendo un mismo armario, no es un carpintero. Sólo hace armarios, con todos mis respetos para ambos. Pues un “Torero” que limita sus condiciones sólo aun tipo de toro, es un torero limitado o no es un torero.
En estas fechas, una gran parte de novilleros y matadores de alternativa van al tercio de muleta o muerte sin haber dado al animal en cuestión más de tres “capotazos”, o sea  sin haber LIDIADO.
Cuando sale un toro o novillo, este se pone a dar vueltas - comportamiento casi normal del animal - sin que nadie salga a “recogerlo” o “pararlo”. Cuando se para por sí solo, después de mucho correr lo recogen, lo sujetan en un burladero hasta que se sitúan los picadores y una gran mayoría de veces el animal se va directamente al caballo - sale suelto - sin nadie que lo lleve, por lo que el matador al que le corresponde todavía no lo ha “catado”. Otros lo llevan al caballo y lo dejan ir al “relance” por lo que, al no pararle, el animal entra al caballo sin haberlo visto. Como todo lo basan en picarle mucho en la primera vara, cuando el animal sale del caballo sale tan exhausto que es imposible hacer un quite y en la mayoría de los casos le llevan otra vez al caballo como pueden para marcar un picotazo ¿Qué ha podido ver el matador del comportamiento de ese animal? Nada. Esto suponiendo que el picador haya hecho su trabajo algo bien, porque la mayoría de las veces pican donde más daño hacen, hasta el extremo de dejar al toro inválido, ya saben ustedes a que me refiero. LIDIAR nada de nada, eso se llama de otras maneras que todos sabemos.
O sea, que cuando el matador va al último tercio solamente ha visto el comportamiento en banderillas y tampoco, porque con refrescarse, oír comentarios y cambiar los “trastos”, pasa el tiempo  y nada más. Sigue con desconocimiento total sobre su oponente mientras que, si lo hubiera LIDIADO, le podría servir para lo que desea: el triunfo. El resultado es que cuando llega el tercio de muerte al toro no se le ha hecho lo conveniente o se le ha hecho lo que no se debía. Por lo tanto no ha existido LIDIA.
Este es el estado actual de la fiesta. Los pocos que saben lidiar se cuentan con los dedos de una mano, están a favor del mono encaste y los demás, no saben ¿Para qué lo han de saber, si como está esto no hace falta saberlo? Que desaparezca la LIDIA no lo es todo pero sí es una circunstancia más de lo que está ocurriendo, de la falta de EMOCIÓN, PASIÓN, SENTIMIENTO y otras cosas más para que lo que conocemos como FIESTA pueda volver a ser aclamado por más público como ocurría no hace tanto tiempo.
Lamentable situación por la que estamos pasando, que hace que los profesionales que torean todo tipo de encastes y los ganaderos que mantienen los encastes minoritarios no se vean recompensa-dos como merecen, cuando resulta que están haciendo su trabajo con más AFICIÓN y menos ánimo de lucro que los ganaderos y “toreros” que se consideran “figuras”. Estas “figuritas”, junto a la mayoría de empresas que les apoderan, tendrían algo que decir sobre esto y sobre otros temas, lo que nos daría base para muchas discusiones y rellenar muchos folios. Por eso desde aquí denuncio lo que, en mi modesta opinión, es lo que sucede en este mundo y que todos los aficionados conocemos.  
Aprovecho para animar a que todo el público asistente a estos eventos, se centren más en el toro e insistan en reclamar más variedad de encastes en su integridad, que las sanciones a los manipu-ladores sean suficientemente severas para que no se rían del espectador que paga y que pasa sus penurias para ver lo que más le gusta. Insisto, LA EMOCIÓN LA OFRECE EL TORO.
Puede que con tan solo esto consigamos QUE EL TORO DÉ Y QUITE el lugar que corresponde a cada uno y no el apellido, la esbeltez, el ser más risueño o menos y otras “gilipolleces” que nada tienen que ver con esto. Además - y muy importante – contribuiremos a que esta Fiesta tenga más defensas ante las diversas y graves enfermedades internas y externas, de cada vez más profesionales y ajenos a esto que se llevan lo que no merecen y que nosotros, los que les pagamos y mantenemos, podamos estar un poco más satisfechos, pensando en que esto no acaba. Quizás conseguiríamos que no desaparecieran más ganaderías de encastes históricos, pues cuanto menos podamos escoger nosotros, más dependeremos de estas empresas, de estas “figuras”, de tanto ganadero del “ladrillo y oro” y tanto especulador sin afición que solo buscan su lucro y no les importa la categoría de la FIESTA ni que llegue a su extinción.
Para que no lo consigan. Adelante. Viva la LIDIA y la fiesta de los toros con todas sus suertes completas y toda su plenitud. Valga como ejemplo de lo que no debe ser, los vergonzosos EJEMPLARES que en el mes de febrero han salido por toriles en la plaza de Vista Alegre de Madrid. En Valencia, en Fallas, otro tanto, siendo plaza de primera. De Castellón, mejor olvidarse y así sucesivamente ¡NO PERMITAMOS ESTO EN MADRID! Insisto, cada día que pasa estamos más a merced de este conjunto de malos aficionados.
José Ricardo Carrasco
Aficionado y miembro de la Asociación El Toro de Madrid.
Fuente: La Voz de la Afición, órgano de expresión de la Asociación el Toro de Madrid, n° 38, mayo de 2011.  www.eltoro.org

4 comentarios:

  1. De acuerdo.La lidia es hoy en dîa una entelequia.

    E.A.V.S.

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  2. Bien por el artîculo.
    En la fiesta se buscan otros valores,uno de ellos es el riesgo del toro,la lidia acertada,las suertes bien hechas,y el aficionado conspicuo abomina que conviertan todo eso en una ficciôn teatral.
    Sin embargo los aficionados conspicuos no abundan;y si reclaman los tratan de callar la abrumadora mayorîa del pûblico aplaudidor.
    La prensa servil apoya el conformismo,la mediocridad,la rutina y la falta del toro întegro y bravo,que es el que debe medir a las figuras.

    M.D.S.

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  3. Muy bueno el artîculo.Asî vamos,una pena.
    El futuro de la fiesta es sombrîo.
    ¿Cômo se ha llegado a esta situaciôn.?
    Por una combinaciôn de factores,un cîrculo vicioso de ganaderos,empresarios,apoderados,toreros,autoridades y veterinarios.
    La base de la fiesta es el toro,pero los ganaderos han ido quitando casta,en busca del toro bobo colaborador -agradecido-adulterando la sangre brava,por lo que tememos por su futuro. Los del taurineo no quieren el toro de verdad,porque las figuras que administran no pueden con el toro bravo,poderoso e întegro.
    Ellos son los que maltratan a la fiesta de la que viven.
    De la prensa al servicio de ellos,estân empeñados,con ese pûblico triunfalista en que se acepte el toro con mediana presencia,afeitado,sin fuerzas y que exiba una dulce mansedumbre que se acomode a las llamadas figuras.El pûblico aficionado estâ harto del fraude.Sî lo que pretenden como nos tememos,es acabar con la aficiôn,parece que estân de enhorabuena.

    E.P.U.C.

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  4. Cojonudo, de verdad os felicito por difundir y preservar los valores fundamentales del Arte del Toreo.
    Como peruano residente en España, me siento orgulloso que compatriotas mios difundan con tan alto nivel los valores esenciales de la Tauramaquia de toda la vida.

    PEPE VILLENA P.

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