LA BUENA SUERTE DE VARAS

BELLEZA Y EMOCIÓN

El tercio de varas de Gabin Rehabi

Toro de Escolar Gil

"No hay momento más desagradable en la lidia,que cuando el picador hace mal la suerte de varas,y no digamos si acumula tropelías como pueden ser tapar la salida,buscar el agujero que hizo en los bajos en el puyazo anterior, barrenar.

Lo que es uno de los momentos más bellos de la lidia y por ende su eje, se convierte en un hecho sanguinario muy difícil de perdonar.

En cambio,cuando el picador hace la suerte por derecho y según los cánones,más aún,si el toro es bravo se produce la reacción contraria,hay emoción y vibra el aficionado en el tendido.

Se coloca al toro en los medios y éste se arranca con alegría, el picador lo espera al borde de la raya,por derecho y lo pica en lo alto,detiene la acometida y da la salida natural al toro, el que se va embebido en los vuelos del capote en el quite.

Los buenos aficionados prendidos en la emoción y belleza de la suerte, se ponen de pie y aplauden. 

Pero no son sólo por razones estéticas las que exigen que la suerte de varas se haga por derecho, con perfecta colocación de toreros y monosabios, en equilibrio el castigo con la bravura y pujanza del toro, sino las garantías que precisa el buen desarrollo de los tercios posteriores, todos los cuales dependen del de varas y la plenitud del espectáculo, que lo es desde que suena el clarín y no solamente para la faena de muleta a lo que propenden los malos toreros y los malos aficionados. 

Esa corruptela de picar trasero y tapar la salida ya es vicio, si se ejerciera la autoridad como debe ser,se acabarían estos atropellos.

Toda la lidia es prueba de la embestida del toro, corregir sus defectos, es parar y ahormar fuerza y bravura, para que al final la estocada,pueda realizarse de una vez y con gallardía."

Argo má:

"La colocación del puyazo es de capital importancia. En la actualidad todos los picadores, pican trasero. Detrás del morrillo,no ahorman al toro - que es uno de los objetivos del puyazo - sino que matan. Los picadores apuntan por el espinazo atrás, al costillar, mutilan vértebras,ocasionando profusas hemorragias.

Los matadores,directores de lidia,dejan hacer,sin duda porque entre toro ahormado,pero vivaz,y toro de embestida defectuosa,pero moribundo,prefieren el segundo.Sólo este hecho basta para contemplar con recelo la pretensión (hubo una corriente hace unos años) de que sean los matadores quienes determinen la duración y circustancias del tercio fundamental de la lidia.

El tercio de varas es la prueba definitiva de la bravura del toro. El primer puyazo lo toman bien los toros, en el 2° se empieza a notar los sintomas de la bravura.Y en el 3° se define si es bravo o no. Los puyazos traseros dejan al toro en fase preagónica y con dificultad para humillar, ello deviene en faenas de muleta interminables, soporíferas, donde el matador porfía hasta el aburrimiento, para arrancar una embestida plúmbea y aborregada, que es la negación de la bravura y del toreo. 

En cambiar esa forma de picar demoledora,se juega una parte importante de la lidia.Y los que deben hacerlo son los toreros y no lo hacen."

"P.D.La casta se puede entender como una mezcla de fiereza, movilidad, temperamento, picante, nervio, genio y que se arranque de largo, que no se caiga y transmita emoción."

Cortesía de Germán Urrutia Campos.