Homenajeando al Maestro
El apoderado del torero triste superó una peligrosa infección vírica
Alfonso Navalón
De Madrid me llegan noticias tristes como para encoger el ánimo de cualquiera. Resulta que el torero secuestrado por la señora gorda ha pasado un invierno tormentoso. De pronto le entró la rabieta de romper con su encadenamiento al entorno de personas que lo tienen anulado física, moral y económicamente. Quiso ser un joven normal, vivir como sus compañeros, los toreros ricos y famosos. Ser independiente y libre. Empezó por dejar plantada a la novia chiquitita que le habían impuesto y acto seguido visitó el despacho de varios abogados para encontrar la fórmula de deshacer la sociedad donde él era un simple accionista cuando en realidad él es la única fuente de los millones que aporta cada temporada en ingentes cantidades. Fue de un abogado a otro para buscarles las vueltas a los estatutos de la sociedad y poder ser dueño de los bienes que legítimamente le corresponden.
Los tres ilustres juristas que visitó le dieron la misma respuesta: el documento está tan bien atado que lleva todas las de perder. Que sólo tiene derecho a la tercera parte de sus bienes y que la única forma de ser libre es renunciar a todo y empezar de cero. Pero tiene también que renunciar a los dos hijos que tuvo con la mujer de su socio porque legalmente no son suyos. Algunos amigos le sugirieron que reclamando las modernas pruebas de la ciencia podría demostrar la paternidad de esos hijos pero jurídicamente seguirían bajo la tutela de su madre y dicha mujer en caso de ruptura tendría derecho a la mitad de sus bienes.
Con lo cual se quedaría sin sus hijos y sólo sería dueño de la sexta parte de su patrimonio. Hace aproximadamente un mes, el torero tuvo una dolorosa esperanza al presentársele a su apoderado y exclusivista, una peligrosa enfermedad que puso en peligro su vida. Resulta que después de finalizada la campaña de América, se le apreciaron los síntomas de una extraña enfermedad, desconocida en España y los más eminentes doctores se declararon incapaces de curarla porque ignoraban la enfermedad y su tratamiento. Sabían sólo que era una infección vírica de mortal desenlace y que sólo los médicos de América podrían atajarla. El famoso apoderado y exclusivista conocido vulgarmente como 'la mosca cojonera' tomó el primer avión y fue ingresado en una clínica especializada en epidemias tropicales. Tras un minucioso examen se descubrieron las causas, se atajó el mal y regresó otra vez a dirigir las propiedades y actuaciones del torero de la triste sonrisa con los mismos poderes plenipotenciarios que le otorga el documento notarial.
El mundillo taurino ha respirado feliz ante la saludable recuperación del famoso hombrecillo de negocios taurinos. No sería justo que este ciudadano surgido de la nada, sin oficio ni beneficio (a no ser su condición de dirigente sindical de los novilleros), se viera privado de su inmensa fortuna, del canchal de millones que tiene a buen recaudo en los bancos del extranjero y tuviera un triste final después de los desvelos que ha puesto en explotar la carrera de su torero. Que gracias a él ha ganado más millones que nadie y que a pesar de sus continuados fracasos y el desastre artístico de las últimas temporadas sigue gozando de la máxima cotización gracias a la habilidad de este singular administrador y exclusivista que controla y vigila todos sus actos desde que se levanta hasta que se acuesta. Toda España se alegra que el golferas de Roldán pague con la cárcel su expolio al dinero público, pero el famoso apoderado conocido como 'la mosca cojonera' no merece tan triste destino porque ha luchado incansablemente para que su resignado torero fuera la figura más cotizada y para embobar a la prensa que silencia sus fracasos, aunque esta vez ni el manto protector de la Santísima Virgen del Pilar lo haya librado de las broncas de su público más incondicional y abnegado. Damos gracias al Señor por el feliz restablecimiento del famoso exclusivista y le deseamos largos años para administrar y disponer de la inmensa fortuna de su torero. Porque será la única forma de que este joven inexperto no caiga en la rutina espantosa de muchas figuras que se han visto en la más dolorosa ruina después de haber apaleado los millones. Así, el famoso torero de la sonrisa triste ha vuelto con su novia chiquitaja pero no tendrá que volver al arroyo de donde salió, ni vivirá la dolorosa situación de Andrés Vázquez, completamente pobre. O de Palomo Linares, que ha visto hipotecados todos sus bienes, o del mismísimo Cordobés, que tuvo que vender casi todas sus fincas. Demos gracias al Señor nuestro Dios, porque mientras viva 'la mosca cojonera', el chico tendrá techo y cobijo y la supuesta tercera parte de una gran fortuna que nunca podrá malgastar porque la domina otro. Y de unos hijos muy queridos aunque ante los ojos del mundo sean sólo sus hermanillos adoptivos.
Nota.- Como el lector habrá adivinado, todo esto no es más que una narración fabulada para rellenar el espacio. Ni el apoderado mentado ni el torero existen en la vida real. Y si existieran yo, no los conozco.
Fuente: http://www.alfonsonavalon.com |
La LIBERTAD, supone un compromiso con la VERDAD, que cual valor supremo debe presidir todos nuestros actos. El REY de la fiesta, el TORO, exige que se predique de él con LIBERTAD.
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Una simpática crónica de fino humor,tomada de un hecho real con ingenio y amenidad.
ResponderEliminarE.A.V.