Si Valerito levantara la cabeza, todo el escalafón tendría que irse a su casa, porque sus ventajas quedarían al descubierto si se comparan con la verdad en la suerte suprema ejecutada por este magnífico MATADOR de reses bravas.
La LIBERTAD, supone un compromiso con la VERDAD, que cual valor supremo debe presidir todos nuestros actos. El REY de la fiesta, el TORO, exige que se predique de él con LIBERTAD.
Don Antonio Díaz Cañabate,un crítico de polendas.
ResponderEliminarAntiguamente,no había premio para quienes mataban de bajonazo,ni para los que no se ceñian a cómo se debe hacer la suerte.
Hoy en día en cambio las llamadas figuras,matan de un bajonazo clásico y los premian,es una infamia para el arte del toreo.Lo hacen deliberadamente y los malos jueces de plaza,premian esta indigna forma de matar.
La prensa a su servicio,mira para otro lado y tapa estos abusos.
C.T.De la Huerta Perdida.