Fuente: Cuando suena el Clarín. Gregorio Corrochano. Editorial Revista de Occidente, Madrid 1961. p.p. 31 a 39.
La LIBERTAD, supone un compromiso con la VERDAD, que cual valor supremo debe presidir todos nuestros actos. El REY de la fiesta, el TORO, exige que se predique de él con LIBERTAD.
EL EJE DE LA LIDIA
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Respecto a la ojeriza con Hemingway y la defensa de Dominguin,al n° 1
ResponderEliminarle decían,saber sin sabor y eso lo molestaba a Corrochano sobremanera.
Si no hay toro,el torero valeroso no tiene valeroso quehacer.(pag.34 Cuando suena el clarín.)
Lo que vemos con frecuencia hoy en día es la ausencia del toro auténtico,ese que emociona al aficionado,ese que se espera ver torear de verdad.
Un toro de casta inquieta a las figuras,es el que requiere valor para medirlo en la distancia precisa,cruzarse con él,traerlo toreado,ligar los pases.
Antes la casta era habitual,hoy en día la casta rara vez aparece,es preocupante ya que se trata del atributo esencial en un toro de lidia.Porque sin casta bravos y mansos van parejos y salen noblotes,bobos.Resultado de la decadencia en la selección que deriva de la bravura a la borreguez.Bueno para las llamadas figuras,pero malo para la fiesta.
La emoción la da un toro poderoso,bravo,fiero y noble.Unico soporte de la fiesta.
Desde Surco.