EL EJE DE LA LIDIA

EL EJE DE LA LIDIA
"Normalmente, el primer puyazo lo toman bien los toros, y si ése fuera el único del tercio, todos parecerían bravos. En el segundo ya empiezan a dar síntomas de su categoría de bravura. Y es en el tercero donde se define de verdad si el toro es bravo o no. En el tercer puyazo casi todos los toros cantan la gallina, se suele decir". JOAQUÍN VIDAL : "El Toreo es Grandeza". Foto: "Jardinero" de la Ganadería los Maños, primera de cuatro entradas al caballo. Corrida Concurso VIC FEZENSAC 2017. Foto : Pocho Paccini Bustos.

lunes, julio 16, 2012

ROBLEÑO NOS REGRESÓ LA EMOCIÓN

Los aficionados que buscamos la emoción en la fiesta de los toros, sabíamos de antemano que Fernando Robleño no nos defraudaría, porque es un torero que ha andado mucho en esta difícil profesión y sobre todo porque es un torero honesto y de mucho valor, que luce a los toros fínamente en un toreo sobre las piernas.
La emoción también la dio la suerte de varas, SÍ esa que pretenden desaparecer de los ruedos los cultores del delicado "toreo del arte", del toro colaborador, artista y demás adjetivos creados para ocultar la carencia  de cojones que padecen gran parte de los figurines actuales, que no refrendan su condición de tales, con GESTOS Y GESTAS como las de Robleño y muchos más a lo largo de la historia. 
Finalmente, decir que SÍ tiene sentido seguir cultivando esta  afición de fé, que serán excepcionales las veces en que ocurran GESTAS como las de Robleño, pero serán suficientes para destapar y evidenciar a tanto encantador de serpientes sueltos por los ruedos de Dios.

¡¡¡¡¡Olé Fernando Robleño, vengan los toreros buenos¡¡¡¡¡




1 comentario:

  1. De acuerdo con lo mencionado.
    La casta,la grandeza y el orgullo torero,define a Fernando Robleño como un torero que quiere ser figura y lo demuestra toreando toros auténticos.Porque sin toros el toreo no existe.Su triunfo es de oro de ley.
    La suerte de varas ha sido una lección para que el aficionado presencie cómo debe ser y toda su belleza.
     
    Le Romo.

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