EL EJE DE LA LIDIA

EL EJE DE LA LIDIA
"Normalmente, el primer puyazo lo toman bien los toros, y si ése fuera el único del tercio, todos parecerían bravos. En el segundo ya empiezan a dar síntomas de su categoría de bravura. Y es en el tercero donde se define de verdad si el toro es bravo o no. En el tercer puyazo casi todos los toros cantan la gallina, se suele decir". JOAQUÍN VIDAL : "El Toreo es Grandeza". Foto: "Jardinero" de la Ganadería los Maños, primera de cuatro entradas al caballo. Corrida Concurso VIC FEZENSAC 2017. Foto : Pocho Paccini Bustos.

lunes, marzo 30, 2015

RÉQUIEM POR LA FIESTA DE LOS TOROS EN ACHO

  
Fuente: Revista de la Asociación Cultural Taurina Cerro de San Albín Nº 18. Año 2014. pp 277-279.
Se puede descargar la revista en http://www.elchofre.com

sábado, marzo 28, 2015

CERRO DE SAN ALBÍN Nº 18

 REVISTA DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL TAURINA CERRO DE SAN ALBIN Nº 18, EDICION  2014
Revista que no tiene desperdicio y cuya lectura recomendamos por el buen trabajo realizado, cosa que alimenta nuestra devoción por la Fiesta de los TOROS (entiéndase la INTEGRA y VERDADERA), no la "fiestecita circo" con payasos y fieras domecqs-ticadas que imperan por doquier, y que los trinqueros y palmeros del taurineo actual pretenden hacernos tragar como la única y oficial.
Desde Lima, Perú, felicitamos a la Asociación Cultural Taurina "Cerro de San Albín" en la persona de nuestro amigo Pedro García Macías por su excelente coordinación y a todo su equipo de excelentes colaboradores.
Descargar la revista Nº 18 de la Asociación Cultural Cerro de San Albin

martes, marzo 17, 2015

LA FIESTA INCORPOREA

La misma fiesta y los mismos despojos que exigen las figuritas de oropel del escalafón actual.
Seguramente, aparecerán quienes defiendan y tengan algo que rescatar del esperpéntico espectáculo ofrecido ayer en Valencia. Nosotros solo experimentamos miedo en lugar de emoción y vergüenza ajena en lugar de respeto. 
Miedo a que un torero, con obvias limitaciones, pague con su vida, las consecuencias de una fiesta que  hace mucho ya tocó fondo, en la que el fin (la pasta) justifica los medios (circo).
Vergüenza por la falta de respeto al TORO  y a una profesión tan digna como ser TORERO.
El "Soro", plantándole cara a moribundo despojo, prototipo que se torea un día sí y otro también .


sábado, marzo 14, 2015

ANDRES VÁZQUEZ Y BARATERO : "UN MOMENTO DE ESPIRITUALIDAD"

"Afortunadamente, después salió "Baratero", uno de los toros más bravos que he visto. Al observarlo salir de toriles me di cuenta de sus dificultades y cualidades. Tenia seis o siete años...Persiguió a los banderilleros de un lado a otro del ruedo, y decidí jugaremos todo por el todo... .." 

Fuente: Tierras Taurinas
Cortesía de José Carlos Arata Cockburn: Taurinos

sábado, marzo 07, 2015

"Dime, Curro Puya, ¿ Se te para el corazón cuando toreas?"

RECORTES DE PRENSA

El 18 de mayo de 1930, el crítico de ABC, Gregorio Corrochano, refiriéndose a los lances que dío Curro Puya en Madrid, escribia: 
Francisco Vega de los Reyes : "Gitanillo de Triana" o "Curro Puya"


“Yo tenía un reloj. No creía del todo en él, porque suelo llegar tarde adonde me propongo ir. Pero lo conservaba por sí el reloj de los otros adelantaba. Desde ayer no tengo reloj. Ayer me convencí de su inutilidad. Quise ver, reloj en mano, lo que tardaba en dar un lance de capa Gitanillo de Triana. Y cuando miré el reloj, el reloj se había parado. No estoy muy seguro de que se parase mi reloj, porque pregunté a mi adyacente en el tendido, un hombre de barba blanca y jovial, como Noel figura simbólica del tiempo, y al hombre de la barba blanca se le había parado también el reloj. Entonces pensé si acaso no era el tiempo el que se había parado.Porque en aquél instante se había parado el toro, el toro que es fuerza -masa por velocidad,delante de un débil obstáculo como un capote de seda. ¿Porqué los toros pasan veloces, ciegos de instinto, delante de los capotes de los toreros, y por qué delante de este capote cambian de ritmo y dominan su instinto? Misterio. Cada hombre tiene su movimiento, porque cada hombre lleva en su pecho el reloj enforma de corazón. El de este Gitano de Triana es, sin duda, grave, lento, como si ya fuera a pararse. ¿Pero acaso no se para? Dime, Curro Puya, ¿se tepara el corazón cuando toreas?Porque ayer creo que se paró el mío viéndote torear. ¿Cuánto tardaste en aquellos lances del sexto toro y aquel quite del primero? ¿Tú lo sabes? Yo lo sabría si no se me hubiera parado mi reloj.”
Fuente del Texto : EL AFICIONADO, Órgano de expresión de la Asociación Cultural, La Cabaña Brava, Nº 32 - octubre de 2010, Pagina 11.

lunes, marzo 02, 2015

¿SE TOREA HOY, MEJOR QUE NUNCA…..?

¿Cuántas veces han visto echarle a los toros la pierna adelante, antes de llegara la jurisdicción del torero? Yo he visto lo contrario: cuanto más de perfil, para atrás, destoreando (...). Señores estamos ante un momento grave con relación al arte: el buen aficionado está en minoría y el público se deja convencer de que hoy se torea mejor que nunca (...)
"Esta  frase pronunciada como una verdad incuestionable por los taurinos, de tanto repetirse, se ha convertido en una especie de santo y seña por el que se quiere defender y justificar la fiesta sin admitir ninguna crítica a semejante “verdad revelada”. Desde siempre, el “hoy taurino” se ha considerado la edad dorada de la Tauromaquia sin atender a críticas ni al viejo adagio de cualquier tiempo pasado fue mejor. La torería andante nunca, ni antes ni ahora, ha permitido que críticos y, menos aún, aficionados hayan cuestionado lo que para ellos es terreno del que sólo entienden y por lo tanto pueden valorar los profesionales. Buen toreo versus mal toreo, he ahí el dilema. 
Son muchas las claves que nos llevan a juzgar lo que vemos en el ruedo: valor, técnica, duende personal de cada torero, personalidad...y sobre todo el toro. Ante qué animal se enfrenta, terrenos apropiados, lidia, ¿quién torea a quién?, capacidad de mando, casta y bravura, mansedumbre... y público, plaza, ¿es lo mismo torear en Madrid que en cualquier otro lugar? Estas y muchas más cuestiones se despliegan ante los ojos del aficionado asistiendo a una corrida de toros y juzga si está viendo buen o mal toreo. Por eso es tan legítimo su juicio como el de cualquier profesional de la fiesta y muchas veces por su experiencia y objetividad puede emitir una opinión más certera. Toda esta reflexión viene a cuento porque es quizás ahora cuando más se oye y se escribe aplaudiendo el “magnífico momento” que vive el arte taurino siendo por tanto, mucho más increíble y preocupante la desafección del público a las plazas y las críticas en parte de la sociedad a la existencia misma de las corridas. Parece una contradicción cuando mejor se torea la fiesta vive sus momentos más críticos. ¿No será que no estamos en un momento “tan brillante” y que muchos elementos esenciales se han olvidado en aras del todo vale? Es verdad que hay toreros muy técnicos pero también fríos, sin personalidad, auténticas fotocopias de las llamadas figuras, empezando por los novilleros mal asesorados que sólo aprenden posturitas, el pasito atrás, perfilarse de costado y bailar frente al novillo o torito caído en suerte. No se si se torea mejor que nunca pero que salimos muchas tardes de las plazas no recordando nada de nada y pensando ¿quién fue el tercer espada, no era fulano...? todos repetitivos, monótonos sin aportar nada especial o personal. Por eso cuando aparece en el ruedo una pincelada de originalidad, un asomo de riesgo y emoción, un pellizco de arte, de pronto prestas una atención nueva: hay de verdad toreo. ¡Pero qué poquitas veces sucede! Sobre todo porque para valorar en justa medida la calidad, como he dicho, hay que ver a qué toro se enfrentan y hoy la falta de casta y la elección de toros de hierros comerciales y tontorrones están vaciando de arte y autenticidad el toreo, por eso nunca será bueno sino vulgar destoreo. 
Y para que no caiga toda la ira de los taurinos sólo sobre esta humilde aficionada ahí van las palabras que el gran maestro Domingo Ortega, nada sospechoso de no saber qué era esto y que se jugaba la vida en el ruedo, dijo en su famosa conferencia en el Ateneo de Madridel 29 de marzo de 1950; por cierto, cuando el mundo de la cultura empezando por el ilustre Ortega y Gasset, sin complejos, invitaba a un torero a un foro cultural tan importante.
Ante la afirmación de estar viviendo momentos estelares del toreo el maestro reflexiona: “Hoy que según muchos se torea mejor que nunca son muy pocos los toros que se torean con  capote ¿y por qué si se torea tan bien. Pues muy sencillo porque no se ponen en práctica los conceptos, no se torea, se dan pases; eso sí, muchos pases (...) ¿Cómo es posible que me diga que se torea mejor que nunca? ¿Cuántas veces han visto echarle a los toros la pierna adelante, antes de llegara la jurisdicción del torero? Yo he visto lo contrario: cuanto más de perfil, para atrás, destoreando (...). Señores estamos ante un momento grave con relación al arte: el buen aficionado está en minoría y el público se deja convencer de que hoy se torea mejor que nunca (...) y si no se pone coto y se pierden las buenas normas clásicas por completo y si éstas desaparecen, el toreo será una cosa distinta de lo que pudo ser”. Yo lo suscribo y añado: este remedo de fiesta no tendrá salvación posible.
El maestro Ortega nos infunde ánimo y cierta esperanza cuando afirma: “Cuando empecé ya entonces aprendí que para el arte de torear es más importante el toro que el público y que cuando los toros se entregan, a la larga termina entregándose el público también”. El Toro, siempre el Toro. Leyendo estas líneas tan válidas y oportunas para estos tiempos de vulgaridad, pérdida de cánones y oportunismos ganaderos, sólo me queda recomendar a taurinos, “mesas del toro”, escuelas de Tauromaquia, prensa y aficionados que volvamos a los clásicos si queremos conseguir que la fiesta brava sobreviva a base de dignidad y vuelta a los valores de aquellos que lograron crear arte y belleza basándose en normas de dominio ante toros. “A mi me parece un poco temerario afirmar que cualquiera de los muchachos de hoy torea mejor, y por lo tanto es mejor torero, que Largatijo, Frascuelo, Paquiro o Pedro Romero”. Así terminaba Domingo Ortega; su opinión debería meditarla y tenerla en cuenta tanto cantor de estos tiempos en los que se atreve, más de uno, a despreciar el toreo de siempre como antigualla frente a la modernidad del destoreo que nos inunda. ¿Mejor que nunca?"
Yolanda Fernández Fernández-Cuesta 
Aficionada y miembro de La Asociación El Toro de Madrid 
Fuente : La Voz del Afición, Órgano de Expresión de La Asociación El Toro de Madrid n° 38 , mayo de 2011.