La misma fiesta y los mismos despojos que exigen las figuritas de oropel del escalafón actual.
Seguramente, aparecerán quienes defiendan y tengan algo que rescatar del esperpéntico espectáculo ofrecido ayer en Valencia. Nosotros solo experimentamos miedo en lugar de emoción y vergüenza ajena en lugar de respeto.
Miedo a que un torero, con obvias limitaciones, pague con su vida, las consecuencias de una fiesta que hace mucho ya tocó fondo, en la que el fin (la pasta) justifica los medios (circo).
Vergüenza por la falta de respeto al TORO y a una profesión tan digna como ser TORERO.
El "Soro", plantándole cara a moribundo despojo, prototipo que se torea un día sí y otro también .
El Soro con sus limitaciones y ante los toros que son los preferidos de las figuras,los dejó a sus alternantes con sus verguenzas al aire.El fraude con él toro en su máxima expresión.
ResponderEliminarM.D.S.
Una demostración que los antis no son los de afuera.En lo que han convertido lo que fue un oficio de valientes.Cuanta verdad en aquello que,él toro pone a cada quien en su lugar.Así vamos.
ResponderEliminarL.R.
Y esta "fiesta" es la que hemos tenido que soportar en Acho los últimos años. Y pensar que hay gente (prensa) que defiende esto.
ResponderEliminarSaludos,
Gustavo