EL EJE DE LA LIDIA

EL EJE DE LA LIDIA
"Normalmente, el primer puyazo lo toman bien los toros, y si ése fuera el único del tercio, todos parecerían bravos. En el segundo ya empiezan a dar síntomas de su categoría de bravura. Y es en el tercero donde se define de verdad si el toro es bravo o no. En el tercer puyazo casi todos los toros cantan la gallina, se suele decir". JOAQUÍN VIDAL : "El Toreo es Grandeza". Foto: "Jardinero" de la Ganadería los Maños, primera de cuatro entradas al caballo. Corrida Concurso VIC FEZENSAC 2017. Foto : Pocho Paccini Bustos.

lunes, noviembre 28, 2016

Talavante marca la diferencia en otra tarde sin toros

Talavante ha hecho el toreo de verdad, el arriesgado y profundo, el que emociona; Ponce, por el contrario, el de posturas y pasarse lejos al toro sin invadir sus espacios, el toreo ventajosa.
Foto: Tito Vega
Por Gustavo Ortiz:
Siguiendo con la tónica del toro colaborador y obediente, los toros de Juan Pedro Domecq no han querido salirse del guion y han mostrado poca emoción para quien gusta del toro encastado. Con la ya casi desterrada suerte de varas de nuestra plaza, el nulo duelo de quites y el trámite cumplidor de banderillas es que uno tiene que pasar casi por obligación a redactar lo sucedido en la muleta. 

Es en este último tercio en donde se ha podido apreciar tauromaquias muy personales; y es que Talavante –y también Adame por momentos- vino a Acho con un concepto muy distinto al otro torero del cartel, Enrique Ponce. Quien escribe quiere dejar en claro las diferencias mostradas entre los dos toreros españoles, que a la sazón fueron los más aplaudidos:

Uno citaba de frente, dando el pecho y la cara al toro, con la muleta planchada; el otro citaba, las más de las veces, extrañamente con la muleta demasiado oblicua al hilo del pitón. Uno intentaba traer al toro con la panza de la muleta, lo que producía que se pasara al toro cerca y con mucha emoción. El otro, por el contrario, llevaba al toro casi siempre con el pico, produciendo así un “toreo” despegado, de lejanías, de periferia. Uno, luego de pasarse al toro cerca, remataba sus mandones naturales y derechazos hasta donde le permitía su cadera, siempre recto él; el otro, en cambio, mostraba una peculiar y forzada verticalidad luego de encorsetarse -“arrimarse” si usted amable lector quiere- al toro cuando ya el animal mucho que había pasado. Uno se atornillaba en la arena y ligaba muletazos tratando de torear en una baldosa; el otro, por lo general, perdía pasos para seguir fuera de cacho y hacer su toreo periférico. Uno inicia su faena con intensidad queriéndose fajar de rodillas, algo que no agrada mucho a quién escribe, pero que reconoce las ganas del torero; el otro empieza sus faenas en plan enfermero, siempre por arriba para no exigir al toro; y claro, el endeble Domecq lo demandaba.

Incluso con la espada han mostrado también sus diferencias, uno intentó entrar recto y despacio; el otro –ya es sabido que no es su especialidad- apunta a donde sea y olvidándose de la labor de la mano izquierda. Ese uno es, por supuesto, Alejandro Talavante, el otro es Enrique Ponce. 

Como se ve, son abismales las diferencias entre un toreo y otro.

Alguno me podrá objetar diciendo "es que se enfrentaron a toros diferentes", claro que sí, pero valgan verdades la tónica de los Domecqs ha sido limitarse a colaborar y embestir noblemente (con más y menos defectos) sin codicia alguna en la muleta, es decir, no salirse del guion de la obediencia. Y lástima que no se pudieron expresar mucho en el capote, los blandos Domecqs no lo permitían, había que cuidarlos en los primeros tercios. 

En definitiva, Talavante ha hecho el toreo de verdad, el arriesgado y profundo, el que emociona; Ponce, por el contrario, el de posturas y pasarse lejos al toro sin invadir sus espacios, el toreo ventajista. 

Por último y no menos importante, Adame vino también a querer impresionar con el toreo bueno. Es decir, también quiso diferenciarse. En su primero logró tandas de derechazos largos y con empaque; en su segundo, citando de frente, logra buenos derechazos y naturales, con poco arte eso sí, que parece que no es lo suyo. En ambas faenas quiere acabar en tremendismo, opacando el toreo bueno de sus inicios de faena. Con la espada, sin efectividad en ambos toros. Se le aplaude la labor y uno se queda con las ganas de verlo con el toro exigente, el que demanda poder, y es que al fin y al cabo, parece ser lo suyo.

Lima (Perú). Domingo 27 de noviembre de 2016. Toros de Juan Pedro Domecq (5º premiado con la vuelta al ruedo) para Enrique Ponce, oreja con petición de la segunda y vuelta al ruedo; Alejandro Talavante,saludos y oreja; Joselito Adame, oreja y saludos.


Fuente: http://www.purezayemocion.com/movil/noticia/4418/cronicas/talavante-marca-la-diferencia-en-otra-tarde-sin-toros.html

Talavante marca la diferencia en otra tarde sin toros

Talavante ha hecho el toreo de verdad, el arriesgado y profundo, el que emociona; Ponce, por el contrario, el de posturas y pasarse lejos al toro sin invadir sus espacios, el toreo ventajosa.
Foto: Tito Vega
Por Gustavo Ortiz:
Siguiendo con la tónica del toro colaborador y obediente, los toros de Juan Pedro Domecq no han querido salirse del guion y han mostrado poca emoción para quien gusta del toro encastado. Con la ya casi desterrada suerte de varas de nuestra plaza, el nulo duelo de quites y el trámite cumplidor de banderillas es que uno tiene que pasar casi por obligación a redactar lo sucedido en la muleta. 

Es en este último tercio en donde se ha podido apreciar tauromaquias muy personales; y es que Talavante –y también Adame por momentos- vino a Acho con un concepto muy distinto al otro torero del cartel, Enrique Ponce. Quien escribe quiere dejar en claro las diferencias mostradas entre los dos toreros españoles, que a la sazón fueron los más aplaudidos:

Uno citaba de frente, dando el pecho y la cara al toro, con la muleta planchada; el otro citaba, las más de las veces, extrañamente con la muleta demasiado oblicua al hilo del pitón. Uno intentaba traer al toro con la panza de la muleta, lo que producía que se pasara al toro cerca y con mucha emoción. El otro, por el contrario, llevaba al toro casi siempre con el pico, produciendo así un “toreo” despegado, de lejanías, de periferia. Uno, luego de pasarse al toro cerca, remataba sus mandones naturales y derechazos hasta donde le permitía su cadera, siempre recto él; el otro, en cambio, mostraba una peculiar y forzada verticalidad luego de encorsetarse -“arrimarse” si usted amable lector quiere- al toro cuando ya el animal mucho que había pasado. Uno se atornillaba en la arena y ligaba muletazos tratando de torear en una baldosa; el otro, por lo general, perdía pasos para seguir fuera de cacho y hacer su toreo periférico. Uno inicia su faena con intensidad queriéndose fajar de rodillas, algo que no agrada mucho a quién escribe, pero que reconoce las ganas del torero; el otro empieza sus faenas en plan enfermero, siempre por arriba para no exigir al toro; y claro, el endeble Domecq lo demandaba.

Incluso con la espada han mostrado también sus diferencias, uno intentó entrar recto y despacio; el otro –ya es sabido que no es su especialidad- apunta a donde sea y olvidándose de la labor de la mano izquierda. Ese uno es, por supuesto, Alejandro Talavante, el otro es Enrique Ponce. 

Como se ve, son abismales las diferencias entre un toreo y otro.

Alguno me podrá objetar diciendo "es que se enfrentaron a toros diferentes", claro que sí, pero valgan verdades la tónica de los Domecqs ha sido limitarse a colaborar y embestir noblemente (con más y menos defectos) sin codicia alguna en la muleta, es decir, no salirse del guion de la obediencia. Y lástima que no se pudieron expresar mucho en el capote, los blandos Domecqs no lo permitían, había que cuidarlos en los primeros tercios. 

En definitiva, Talavante ha hecho el toreo de verdad, el arriesgado y profundo, el que emociona; Ponce, por el contrario, el de posturas y pasarse lejos al toro sin invadir sus espacios, el toreo ventajista. 

Por último y no menos importante, Adame vino también a querer impresionar con el toreo bueno. Es decir, también quiso diferenciarse. En su primero logró tandas de derechazos largos y con empaque; en su segundo, citando de frente, logra buenos derechazos y naturales, con poco arte eso sí, que parece que no es lo suyo. En ambas faenas quiere acabar en tremendismo, opacando el toreo bueno de sus inicios de faena. Con la espada, sin efectividad en ambos toros. Se le aplaude la labor y uno se queda con las ganas de verlo con el toro exigente, el que demanda poder, y es que al fin y al cabo, parece ser lo suyo.

Lima (Perú). Domingo 27 de noviembre de 2016. Toros de Juan Pedro Domecq (5º premiado con la vuelta al ruedo) para Enrique Ponce, oreja con petición de la segunda y vuelta al ruedo; Alejandro Talavante,saludos y oreja; Joselito Adame, oreja y saludos.

Fuente: http://www.purezayemocion.com/movil/noticia/4418/cronicas/talavante-marca-la-diferencia-en-otra-tarde-sin-toros.html

lunes, noviembre 21, 2016

LOS OBEDIENTES ZALDUENDOS, EN ACHO

Los obedientes Zalduendos, en Acho
(Foto: Prensa Plaza de Acho)


En un conversatorio al que asistimos en la vísperas de la corrida, escuchábamos decir a Joaquín Ramos, representante de la ganadería Zalduendo, que para él la bravura de un toro se compone de tres pilares: la acometividad (forma de embestir del toro agresiva o menos agresiva), la entrega (pelear hasta la completa extenuación) y la obediencia (cualidad de la embestida que permite ser dirigida por el torero al más leve “toque” originando lo que denomina el embroque del toro obediente). Señalaba también que hay ganaderos que no le han dado tanta importancia al embroque, porque algunos han buscado más la acometividad agresiva, otros más la fiereza y otros que se más humillador; lo cual a su juicio no vale y terminarán extinguiéndose por no adaptarse a la “modernidad”. Asimismo definía la “clase” como sinónimo de “excelencia en la embestida”, lo que en su concepto es todo contrario a la embestida agresiva y fiera.


En corto y por derecho, vamos a lo sucedido en el segundo mano a mano de la temporada de Acho, conmemorativa de sus 250 años, con casi media entrada en los tendidos incluyendo a los que entran gratis por la puerta de cecina.

Alberto López Simón, en su primero terciadito, nada que comentar con el capote, recibe un picotoncito y pierde las manos al salir del caballo. Amontona derechazos con el pico de la muleta y remata los pases sumamente despegados. Es prendido tras citar fuera de cacho a un obediente pastueño que se termina rajando. Intenta con circulares a un toro que no trasmite. Ningún intento de naturales. Pincha, deja una trasera caída y descabella. En su segundo nada destacable con el capote. Al relance, recibe un picotazo trasero. Inicia la faena con doblones. Recital de derechazos relajados “gustándose” pero fuera de cacho. Luego instrumenta tres naturales ligados; cita de frente dando el medio pecho pero no termina el pase tras de la cadera. Luego viene una serie de derechazos ligados y aseados. Algo de tremendismo innecesario rematando la serie de rodillas a un toro que ya le pide la muerte. Pinchazo delantero, lagartijera trasera tendida y descabello. En su tercero escurrido, verónicas de mero trámite, picotazo, tercio de banderillas deslucido. Derechazos fuera de cacho a un obediente sin transmisión. Naturales aislados sin rematar, pases de pecho y bernardinas despegadas. Estocada atravesada. Inmerecida oreja, porque se alivió yéndose a los blandos.

Mostró Joaquín Galdós en su primero (un zapatito bien presentado) nulo toreo de capote. El de Zalduendo recibe un picotón bien señalado. En el quite tres chicuelinas ceñidas. Buen par de banderillas de Darcy Tamayo asomándose al balcón. Tras brindis al público inicio de faena con doblones y hacia los medios como mandan los cánones. Derechazos con el pico de la muleta y sin mando, a un manso desobediente que empieza a rajarse. Naturales sin rematar. Circulares invertidos vulgares y con el pico a un toro que termina gazapón que busca las tablas. Entra a matar en la suerte contraria recetando un bajonazo. Inicia la faena de su segundo a la verónica perdiendo pasos. Ocurre el milagro atrasado de octubre al entrar dos veces al caballo tras romperse la vara. El tercio de banderillas un herradero y con falta de oficio. Derechazos fuera de cacho y sin mando. Suena inmerecidamente la música que es mandada callar por el respetable. Continua amontonando derechazos perfileros, citando con el pico que terminan ahogando al obediente Zalduendo. Mata en la suerte contraria con alevoso bajonazo que se premia inmerecidamente con una oreja. Su tercero, que cierra el festejo, sale abanto, recibe un puyazo bien señalado perdiendo las manos al salir de la suerte. Buen par de Dennis Castillo, que no es para desmonterarse. Inicio de faena fuera de cacho, naturales sin mando que no termina de ligar, con pocas ideas y planteamientos, que esperemos sepa resolver en el futuro. Entra a matar, aliviándose de bajonazo. 

Con el relato de lo visto en la corrida de hoy nos queda claro que el representante de la ganadería Zalduendo regenta una “torofactoría” en la que se busca todo menos la EMOCIÓN, que la da el TORO que es bravo, encastado y fiero, es decir, el NO obediente.


Lima (Perú). Domingo 20 de noviembre de 2016. Toros de Zalduendo. Al 3º arrastre lento, al 4º palmas, al 1º, 2º, 5º y 6º pitos. Alberto López Simón, saludos, saludos y silencio; Joaquín Galdos, saludos, oreja y silencio.

Pocho Paccini Bustos.

jueves, noviembre 17, 2016

BELMONTE Y SU VENIDA A LIMA: AÑO 1917


  •        LA NAVE DE LOS LOCOS
  •        LIMA CIUDAD ANDALUZA
  • LA MACHACUITA
  •    EL AMOR Y EL ARTE
Belmonte en Lima 03 001
Fuente: Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales. Ediciones Ercilla, Santiago de Chile, Año 1938. pp 238 -245.

Lo que se decía a propósito de la llegada de José Gómez Ortega "Gallito" a Lima
En Lima, se respiraba ambiente belmontista pues no en balde Juan se había casado con una señorita de la jet-set limeña, lo que suponía un hándicap para José como líder del partido contrario. 
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La noticia de la boda de Belmonte en la prensa española de la época. En realidad, Juan (un “gentleman” según la prensa) se casó por poderes.
Divertida fue la copla que se hizo circular los días antes de la llegada de José Gómez Ortega a Lima y que -a la vista del precedente de Juan Belmonte- avisaban al torero del verdadero peligro que le acechaba y que no eran los toros, según decía la letra, sino los ojos de las limeñas

Los ojos de las limeñas 

hacen pecar a un bendito 

a Belmonte lo casaron 

¡Ten cuidado, Joselito!


clip_image032Juan Belmonte con Julía Cossío. A Juan, según la copla, lo casaron los profundos y risueños ojos de esta limeña 

lunes, noviembre 14, 2016

ACHO: CORRIDA PARA EL OLVIDO

Acho, 13 -11- 2016 - 2da de Abono

CORRIDA PARA EL OLVIDO

Desencanto es lo que nos llevamos todos los aficionados porque se esperaba mucho más la ganadería Campo Nuevo, de ex matador de toros peruano Rafael Puga. El sentir general de la afición limeña es que ha sido una muy mala corrida, descastada, mal presentada, mansurrona de libro, afeitada , etc. Otras crónicas seguramente entrarán en mayor detalle; en este caso, seguir la línea de una crítica dura (como debería ser) sería como golpear a alguien en el suelo.

Había dicho el ganadero en algunas ocasiones que si bien busca que sus toros tengan cierta toreabilidad, tiene que ir acompañado ese comportamiento además con el picante y las complicaciones que todo animal de lidia debería tener, a fin de transmitir emoción. Y eso, en estos tiempos, es para apoyarlo. Disculpará estimado lector, no puedo ser objetivo; por el contrario, ésta democrática fiesta me permite cierto partidismo, sobre todo respecto de la manera de pensar que tiene el ganadero. Pero claro está, una cosa es lo que se dice y otra lo que sucede en el ruedo. Y por esto último es que se llega al desencanto.

Y es que Rafael Puga desde hace muchos años no lidiaba toros con sus cuatro años cumplidos, vino a Acho a “a ver qué pasa’”y pues, pasó lo que pasó. Y como por una mala tarde no se puede juzgar una ganadería, más aún cuando se oye de ésta buenas actuaciones en provincias, tampoco seremos lapidarios esta vez, como ya lo fue la plaza este domingo con el ganadero.

Pero si debemos reprochar la presentación de sus toros para Acho: anovillados, brochos, terciados y de cuernas sospechosas, a excepción del tercero. Y en esto, la empresa (Casa Toreros) es cómplice y la primera responsable de lo que salió ayer al ruedo de Acho. Ya van dos semanas que NO salen TOROS en Acho, y parece que así será la tónica en lo que queda de la feria más cara del planeta taurino.

Se presentaron Juan Bautista, Daniel Luque y Ginés Marín, nuevo en esta plaza. Poco para rescatar y casi nada memorable. Todos los toros mansearon en el caballo aunque el tercero tuvo una pelea digna aguantando y empujando contra las tablas. En banderillas tampoco dieron juego y los banderilleros solo cumplieron.

Juan Bautista, en su primero en la muleta logró dar estimables derechazos al rebrincado toro, siempre con suavidad y a base de pico sin exigir al toro sin fuerzas. Lo despacha de una estocada delantera. Su segundo toro le regaló buenas embestidas por el derecho aunque se acabó pronto, mata de media estocada.

Poco se lució Luque en el capote y nada pudo mostrarse en la muleta, su primero se malogró la mano derecha ni bien le daba su segundo muletazo por bajo, tiene que abreviar y mata desprendida y trasera. Su segundo era un marrajo con peligro que mandó al torero a la enfermería. Bautista lo mató con habilidad, aunque antes intentó sacarle pases sin mucho éxito, pero encomiable al fin y al cabo su propósito.

Encomiable también las ganas de Ginés Marín, que a su primero con el capote lo torea por chicuelinas y saltilleras de buen gusto, con la muleta empieza de rodillas y trata de agradar al público, ya de pie el toro le duró muy poco, quedándose siempre corto en sus embestidas. A su segundo poco le pudo sacar, empieza con ayudados por alto sin emoción y sin poder mostrarse en el toreo fundamental porque no tenía toro, alargando la faena hasta aburrir al personal e incluso un inoportuno desplante le valió para ganarse unos pitos. Mata un poco tendida pero efectiva, cae el toro y se acabó esta corrida para el olvido.  


Gustavo Ortiz Llamccaya.

lunes, noviembre 07, 2016

FIESTA CON FIGURAS Y SIN TOROS

Lima (Perú)


Lleno hasta la bandera motivado por el mano a mano entre El Juli y Roca Rey, pero Acho no se merecía una presentación (de los sucedáneos de toros bravos) en escalera y escurridos, algunos inválidos. Roca Rey triunfó con un toreo bullidor y accesorio.

Por: Pocho Paccini

Fiesta con figuras y sin toros
(Foto: Prensa Roca Rey)

La primera corrida del abono conmemorativo de los 250 años de la Plaza de Toros de Acho causó mucha expectación, logrando un lleno hasta la bandera no visto desde hace buen tiempo, motivado por el mano a mano entre El Juli y el torero de la casa Andrés Roca Rey, quién reaparecia tras su último percance de Palencia. 

Sin embargo, Acho no se merecía una presentación (de los sucedáneos de toros bravos) en escalera, escurridos, algunos inválidos, bizcos y sospechosos de pitones; en suma un desecho de cerrado, cuyo comportamiento fue excesivamente bobalicón y que sólo entraron al caballo una sola vez.


El Juli estuvo voluntarioso con las mascotas que le tocaron en suerte, ejecutando su toreo de casi toda la vida: amontonamiento de derechazos, pierna contraria retrasada, codilleo, uno que otro natural sin ligazón y abusando del pico de la muleta. Destacar la lidia de su tercero al que sacó a los medios con vistosos doblones. 



La figura de moda, Andrés Roca Rey, esperado por sus compatriotas tras sus sonados triunfos en España, fue el triunfador de la tarde sobre la base de un toreo bullidor y accesorio, propio para el público de aluvión sediento de triunfos y orejas. Su planteamiento se podría resumir señalando que es el mismo libreto seguido en las plazas españolas, pases cambiados por la espalda con capote o muleta (lo mismo da), predominio del medio pase, falta de mando y nulo remate tras de las caderas. Consideramos que el valor y la valentía, con todo lo que suponen, no son suficientes para ser figuras y durar en el toreo.



Se podría decir entonces, que la torería - esa condición indefinible, esa virtud excelsa- que prende a los aficionados y los transforma como si les hubiera sacudido el alma una fuerza sobrenatural, no fue cualidad que estuviera presente en las actuaciones de El Juli y Roca Rey.

Lima (Perú). Domingo 6 de noviembre de 2016. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (5º). El 4ºy 5º premiados con la vuelta al ruedo. El Juli, saludos, silencio y oreja; Roca Rey, silencio tras aviso, dos orejas y silencio. Nota: Se guardó un minuto de silencio en memoria de Renatto Motta, "El Pana" y Víctor Barrio.


viernes, noviembre 04, 2016

250 AÑOS DE LA PLAZA DE ACHO

Queda para el recuerdo, aquella histórica temporada de enero del  año 1966, en la que se celebraron los 200 años de la Plaza de Toros de Acho. En esa ocasión destacó la actuación de Antonio Ordoñez Araujo, quien ejecutó una magnifica faena al TORO "Carnaval", de la ganadería mexicana de Javier Garfias. También se celebró un festival en el que actuaron Fermín Espinoza Armillita, Joaquín Rodriguez Cagancho, Silverio Perez y Gitanillo de Triana; asimismo hubiera sido deseable la presencia, aunque sea en el tendido, de Rodolfo Gaona y Domingo Ortega, casi ná.


Esta temporada, que se inicia el 06 de noviembre de 2016, el legendario coso taurino cumplió  ya 250 años, esperemos que la empresa gestora, las ganaderías y los toreros contratados, estén a la altura de tan importante acontecimiento, para este  coso de rancio abolengo. 
              Joselito torea en la Plaza de Acho a Rico-Rico, berrendo en negro, de la ganadería del Olivar - el 04 de enero de 1920

miércoles, noviembre 02, 2016

LO QUE YA NO VEMOS EN LOS RUEDOS

"Son recursos que se han perdido; hay toros que no se dejan descabellar; están muy broncos, inciertos; se les ha movido demasiado; se tapan....
Entonces, en otras épocas, cogía el matador, "el diestro", que por eso se le llama así - "diestro", de destreza -;  cogía, decimos, la puntilla y la arrojaba al testuz del animal; solía caer en su sitio y rodaba el toro como herido por un rayo. Sabían todos esos recursos los diestros de antaño.¿Y los modernos?.
Esta suerte la ejecutó mucho Rafael "el Gallo"."
Fuente: Semanario gráfico de los toros El Ruedo, 20 de diciembre de 1962. Nº965. Año XIX.