EL EJE DE LA LIDIA

EL EJE DE LA LIDIA
"Normalmente, el primer puyazo lo toman bien los toros, y si ése fuera el único del tercio, todos parecerían bravos. En el segundo ya empiezan a dar síntomas de su categoría de bravura. Y es en el tercero donde se define de verdad si el toro es bravo o no. En el tercer puyazo casi todos los toros cantan la gallina, se suele decir". JOAQUÍN VIDAL : "El Toreo es Grandeza". Foto: "Jardinero" de la Ganadería los Maños, primera de cuatro entradas al caballo. Corrida Concurso VIC FEZENSAC 2017. Foto : Pocho Paccini Bustos.

sábado, agosto 15, 2015

PEPE LUIS VÁZQUEZ GARCÉS, A LOS 75 AÑOS DE SU ALTERNATIVA

Pepe Luis y Miura, par irrepetible

Por:  23 de mayo de 2013
Luis Arenas PL Vaz en SevillaPepe Luis Vázquez da un pase natural a un toro de Miura en la Maestranza y en la Feria de Abril. La instantánea fue tomada por el fotógrafo sevillano Luis Arenas en 1945 y recogida en la antología que realizó para la edición del libro Sevilla en fiestas (Madrid, 1948), con texto de Luis Ortiz Muñoz y dirección técnica de Antonio M. de Villarreal. 



Pepe Luis Vázquez Garcés moría en Sevilla el pasado 19 de mayo a los 91 años de edad.“La armonía, la belleza y la gloria en la historia de la tauromaquia", según define una placa conmemorativa en la plaza de Las Ventas de Madrid, ha sido su inmensa contribución al desarrollo del toreo en la versión más preciosista. Clasificado por consenso como uno de los grandes artistas de todos los tiempos, el maestro sevillano siempre expuso este protagonismo con afabilidad y gran reserva porque “torear bien es muy difícil, es una gran virtud”, como aseguró a Antonio Lorca en una de sus últimas entrevistas. 

Sus extraordinarias vivencias -profesional y humana- han sido destacadas como la aventura fabulosa de un torero inmenso y de un hombre generoso. Todo está hecho y dicho, pero en este escueto homenaje al Sócrates de San Bernardo se pretende hacer un recuerdo al personaje que amó los toros con una afición verdadera. En su sorprendente capacidad para entenderlos se descubre al excelente Pepe Luis Vázquez, al diestro que más toros de Miura estoqueó en la Maestranza, al experimentado conocedor de los comportamientos bravos quien probablemente más becerras tentó en Zahariche, la finca de la histórica divisa, y a la gran amistad que unió al maestro Pepe Luis y al ganadero Eduardo Miura como un par irrepetible en lo torero y lo humano. Esta es una evocación a través de varios testimonios para la gran figura del toreo que entendió el arte, el valor y la sabiduría para hacerlo: “Al toro hay que poderle con la cabeza”.

En Zahariche

Pepe Luis Vázquez con Eduardo Miura en la plaza de tientas de Zahariche. La imagen se incluye en el libro Pepe Luis. Meditaciones sobre una biografía, de Santiago Arauz de Robles (Espasa Calpe. Madrid, 1988. 












La familia Miura sigue fiel a sus costumbres de realizar las tientas de las reses en una plaza con forma cuadrada, tal y como lo vienen haciendo desde siempre. Aseguran que así comprueban mejor las querencias de los animales. En la sucesión de las diferentes fincas, a lo largo de más de 150 años de existencia de la ganadería, los Miura reconstruían la plaza cuadrada en la nueva propiedad. La última fue edificada en Zahariche en la década de los sesenta y quedó inaugurada por Pepe Luis Vázquez tentando a la becerra Rompeplaza.

Miura y Pepe LuisEduardo Miura Fernández y Pepe Luis Vázquez durante un tentadero de acoso y derribo. La imagen se incluye en el libro Pepe Luis. Meditaciones sobre una biografía. 












Miura ha sido siempre Sevilla, desde aquel instante primero de su fundación como ganadería de reses bravas en 1842, desde que aquel sueño de un potentado sombrerero diera inicio a la constitución del fenómeno ganadero. Se puede decir que ha sido un paseo señorial por los terrenos de tres siglos, de más de setenta años de presencia ininterrumpida por el coso del Baratillo, y cerca de doscientos años de cumplir con la cita taurina en la primavera sevillana. La tarde del último domingo de feria es la tarde taurina por excelencia en Sevilla. No importa que sea una feria para olvidar. Por los chiqueros maestrantes se esperan los toros de Miura, esos bellos ejemplares desafiantes, altivos, deslumbrantes, peligrosos, temerarios, imposibles o geniales…


Luis Arenas PL Vaz, Arruza y Mnaolete fer abril 1945Pepe Luis Vázquez, Carlos Arruza Manolete en la Feria de Abril de 1945, retratados en el patio de cuadrillas de la Maestranza por Luis Arenas, un fotógrafo imprescindible en la historia visual de Sevilla La instantánea está sacada del libro Historia de la fotografía taurina II, de Manuel Durán Blázquez y Juan Miguel Sánchez Vigil. Colección Tauromaquia. Espasa Calpe. Madrid, 1991.



El 19 de abril de 1941 la historia sevillana y torera confluyó en un punto. Pepe Luis Vázquez triunfa en la miurada que presentaba a Eduardo Miura Fernández como el nuevo eslabón generacional que recogía el testigo ganadero, ya entonces centenario, para suceder la impronta peculiar que sus propietarios han inculcado en la crianza de unos animales singulares. Daba comienzo el idilio entre dos grandes personajes unidos en la amistad por el oficio trascendente de la tauromaquia. Pepe Luis se convierte en el diestro que más corridas de Miura torea en la Maestranza, un dato importantísimo teniendo en cuenta que su carrera profesional en activo fue breve y alcanzó desde 1937, año en que se vistió de luces por vez primera, hasta 1953, además de la temporada de 1959 en la que reapareció fugazmente. 

Pepe Luis tendando
“Tentadero en Miura, en Los Castellares”. Esta es la leyenda que aparece junto a la fotografía publicada en Pepe Luis. Meditaciones sobre una biografía, de Santiago Arauz de Robles (Espasa Calpe. Madrid, 1988). Los Castellares es una finca adjunta a Zahariche entre los términos de La Campana y Lora del Río. Esta plaza desapareció en 1966 tras el reparto familiar y se reprodujo de manera idéntica en Zahariche.





“Aunque no dejé de torear hasta los 70 años. Ya en tentaderos, sobre todo en la finca de Miura”, añadía Pepe Luis a su trayectoria torera, hecho que convierte al artista máximo de la torería -el mismo que citaba de lejos con el cartucho del pescao; el mismo que hizo del toreo al natural el referente máximo de la naturalidad; el mismo que trasfiguró el dominio en arte; el mismo que ponía de puntillas a la Giralda cuando toreaba con su gracia sevillana- en un lidiador con superioridad en el conocimiento del complejo comportamiento de los miureños. Y conocer tan cerca la capacidad de los temperamentales toros de Miura es mucho conocer. Y dominar. Significa tener la máxima autoridad, circunstancia que Pepe Luis explicaba con toda sencillez: “los entendía bien”. 
La amistad que afianzaron Eduardo y Pepe Luis era superior al afecto y respeto mutuos. Se conocían desde niños. Durante los años de la guerra el todavía novillero realizaba ya tentaderos en la finca de la legendaria divisa. La cercanía entre ambos continuó toda una vida, rompiendo así la fama de circunspectos que tenían los ganaderos. Quizá se sepa mucho sobre Miura. O quizá, se sepa demasiado poco de su manera de hacer las cosas de puertas adentro. El hermetismo profesional, el carácter tímido, el desasosiego para conceder entrevistas han sido rasgos comunes en todos los propietarios. Los obstáculos para acceder y conocer de primera mano los impulsos personales que imponen en la crianza de sus toros han acrecentado el mito. Por tanto, de Pepe Luis puede decirse que fue un miembro destacado de la espiritual usanza ganadera de la saga familiar. Esta es la historia de los hechos. 

Marí Pepe luis 1945
Pepe Luis en la Maestranza durante la feria de 1945. Fotografía de Marí y reproducida en Historia de la fotografía taurina II, de Manuel Durán Blázquez y Juan Miguel Sánchez Vigil. Colección Tauromaquia. Espasa Calpe. Madrid, 1991.









































“Y luego están la metáfora, la hipérbole y todo lo que el encanto de Sevilla suscita, que contribuyen, casi tanto como la fiesta misma, a encumbrar la Feria de Abril. La incuestionable gracia sevillana, la alegría y majestad de La Maestranza, son motivo de inspiración permanente, desde las felices pinceladas retóricas hasta los latiguillos, y de este modo la feria transcurrirá, pase lo que pase -si no es tragedia-, acompañada por el incesante sonar de los cascabeles. Todos quisiéramos haber inventado aquello de “la Giralda se ponía de puntillas para ver torear a Pepeluí”, pues, efectivamente, la Giralda se asoma por los tejadillos de la plaza, recortada en el azul purísimo del cielo sevillano, y de esta especie más cosas, como lo de “los silencios de La Maestranza”. (Curro Romero, máximo protagonista de la feria sevillana, por Joaquín Vidal, publicado en El País el 20 de abril de 1979)

“El llamado Sócrates de San Bernardo por su inteligencia natural y su barrio sevillano, lidió 568 corridas de toros, fue el torero que más toros de la ganadería de Miura mató en la Maestranza sevillana, sufrió graves percances, era el decano de los toreros vivos y ya en su ancianidad continuó recibiendo premios a toda una vida dedicada al arte del toreo como uno de los máximos referente de la tauromaquia”.
(Pepe Luis: “Al toro hay que poderle con la cabeza”, por Antonio Lorca. Artículo publicado en la edición digital de El País el 20 de mayo de 2013).

Iruña Manol elAndaluz PL Maravilla GitanillodeT 1jul 1942

De izquierda a derecha, los diestros Manolete, El Andaluz, Pepe Luis Vázquez, Maravilla y Gitanillo de Triana en Bilbao el 1 de julio de 1942 y fotografiados por Iruña.
















“Don Antonio y don José decidieron ceder a su hijo y sobrino, respectivamente, la ganadería en 1940. Habría de llevar el nuevo propietario los mismos apellidos y nombre que su legendario abuelo, el de las patillas blancas, quien fuera el que levantara el hierro de las cinco letras a la máxima consideración por los públicos… a su nombre lidia por vez primera en Sevilla el 19 de abril de 1941, en un conocidísimo cartel en el que intervienen Pepe Bienvenida, Manolete y Pepe Luis Vázquez… Aquel 19 de abril  1941, en Sevilla, comenzaba la historia contemporánea de esta ganadería”.
(Miura, siglo y medio de casta (1842-1992), de José María Sotomayor. Espasa Calpe. Madrid, 1994). 

“No lo puedo remediar, maestro, pero viéndolo a usted, Pepe Luis Vázquez Garcés por la gracia de Dios, en la Maestranza, es que se me viene al pensamiento… la feria de ese cuarentaiuno en la que usted, con los toros de su más que amigo don Eduardo, cortó dos orejas a uno de ellos, y las de veces, maestro, que usted mató la de la A con esas asas que hasta da miedo verla marcadas en esos tranvías con jardinera que son esos toros de Zahariche , y ese hablar de uno para otro, don Eduardo con usted, usted con don Eduardo, que apenas si necesitan palabras para entenderse, o este gozo infinito que tiene Sevilla tan nuestra de verles todavía…”
(Desde San Bernardo venía…, título de la columna A una mano publicada en Abc el 25 de abril de 1994)

Orduña Pepe L Vazquez Mex 17 dic 1944
Pepe Luis Vázquez en México en 1944. Fotografía de Orduña.





















“Para el maestro Pepe Luis, al toro de Miura no sólo le distingue la estampa: "Es recogío de barriga, largo, con el cuello flexible. Tiene algo de látigo en la facilidad con que se revuelve. Pero, a pesar de todo, eso no es lo importante. Lo que de verdad le diferencia es su personalidad, una especie de capacidad psicológica para darse cuenta de cuándo es dueño de la situación. Cuando sale el toro bueno, es bueno de verdad, te haces con él, y como son largos, de bonita lámina y bien armados, la corrida es un lujo. Pero si te achicas, se da cuenta y entonces va por ti".
(Si se da cuenta de que le tienes miedo, estás perdido, por Alfredo Relaño, publicado en El País de 25 de mayo de 1985).  

“Pepe Luis Vázquez Garcés: De tiempo data mi amistad con la casa Miura… La línea que ha seguido Eduardo ha sido mantener el tipo característico del toro Miura, pero haciéndolo más agradable para el toreo, con bravura, con brío, pero también con nobleza. Cuando les conocí, don Antonio y don José Miura luchaban con un problema: sus toros escarbaban, se aquerenciaban enseguida a la pared, y de allí eran difíciles de sacar. Se notaba mucho el sentido, su facilidad para aprender, su astucia. .. Y en aquella casa, a la par que torear hay que tener la mente clara…”
(Miura, siglo y medio de casta (1842-1992), de José María Sotomayor. Espasa Calpe. Madrid, 1994).

“Por eso Pepe Luis, matador de tantos toros de Miura y tentador de tantas vaquillas, admira a Fermín Murillo, a José Antonio Campuzano, a Ruiz Miguel; es decir, a los que se atreven con los hijos de esas vacas que tienta en una plaza cuadrada. "Cuadrada porque ahí se ven mejor las querencias. Hay que seleccionar al toro bravo, claro, porque un miura que se aquerencia clava el rabo en tablas y empieza a mover el cuello en cuanto ve que alguien se acerca. La plaza cuadrada, con cuatro rincones, es una tentación para la vaca que quiere aquerenciarse".
(Si se da cuenta de que le tienes miedo, estás perdido, por Alfredo Relaño, publicado en El País de 25 de mayo de 1985).

“Pepe Luis Vázquez: Por lo que respecta al toro de Miura para la lidia, creo que las tiene muy especiales. Nunca se puede acobardar uno con ellos, porque se dan cuenta enseguida y se crecen. Tienen un sentido especial para aprovechar los momentos de duda. Yo he sido matador, creo, que más corridas de Miura he matado en Sevilla, porque los entendía bien”.
(Miura, siglo y medio de casta (1842-1992), de José María Sotomayor. Espasa Calpe. Madrid, 1994). 

Efe 18 mayo 1959 reaparicion
El maestro sevillano el 18 de mayo de 1959, año de su fugaz reaparición. Fotografía de EFE.









































“Pepe Luis, un clásico de la tauromaquia, nunca ha rehuido los toros de Miura. Diez años seguidos los toreó en la feria de Sevilla. Y hoy habla con respeto de Ruiz Miguel, "que cuando era un caval venía a tentar las vacas de Miura en la primavera". Recuerda que hasta los años cincuenta ningún torero que se preciase terminaba la temporada sin haber estoqueado un par de corridas de esta divisa. Porque tienen algo especial".
(Si se da cuenta de que le tienes miedo, estás perdido, por Alfredo Relaño, publicado en El País de 25 de mayo de 1985).

“No falla. Todos los años, el domingo de Feria, Pepe Luis Vázquez Garcés se llega por la Maestranza para ver los miuras… ¿Cómo han sido los miuras de esta feria? Ha habido toros, la verdad, con dificultades. Hombre, yo creo que no se puede estar mucho tiempo allí, delante de ellos, porque estos toros desarrollan mucho sentido y muy pronto. Lógico que el toreo lo intente, por todos los medios, sacarle el partido, el mayor partido posible, pero como estos toros empiezan a desarrollar sentido en un momento, pues se complican más. – O sea que poco tiempo y… -Yo digo que a los miuras, pocos muletazos, y lo que se tenga que hacer, hacérselo rápido… ¿Eran esos miuras como los de sus tiempos? – No. Aquellos eran más terciados, aunque también los caballos eran más endebles. Pero ahora y antes pasaba igual: el que sale con problemas los puede plantear…
(Pepe Luis Vázquez: “Voy todos los años a ver la de Miura, quizás por haberla toreado tanto” Por Manuel Ramírez, en ABC de 2 de mayo de 1990.)




“Jamás rehuyó los miuras. Tenía en la cabeza el secreto de la lidia que había que darles, pero en cierta ocasión le preguntaron un poco antes de hacer sus oraciones a las imágenes de mayor devoción del torero, el Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Refugio, de la Cofradía de San Bernardo: ¿Tiene usted miedo el día antes de torear miuras? El día antes no, tres meses antes.
(Miura, siglo y medio de casta (1842-1992), de José María Sotomayor. Espasa Calpe. Madrid, 1994).

“Ese algo especial no es, para Pepe Luis, el haber matado toreros: Hay otras ganaderías, sin esa fama, cuyos toros han matado más toreros. La mala suerte para Miura es que sus toros han matado a figuras, y por eso suena más. Pero también es verdad", añade, "que esos toros tienen dificultades, que entienden lo que pasa y, sobre todo, que ve si eres débil. Ésa es la clave. A mí me ha revolcado algún Miura, pero nunca he tenido una cornada grave. ¿Sabe por qué? Porque si he tenido miedo no me lo ha notado. Me he puesto cerca, he apretado los dientes".
(Si se da cuenta de que le tienes miedo, estás perdido, por Alfredo Relaño, publicado en El País de 25 de mayo de 1985).

Lara PepeL y Manolete Pamplona 1944
Pepe Luis y Manolete en Pamplona en 1944. Ambos diestros torearon en el mismo cartel en 122 ocasiones. Fotografía de Lara.























“De los toros de su amigo, sin duda es el maestro Pepe Luis quien mejor ha hablado, cuando consiguió hablar al respecto, aquel 30 de enero de 1991, en el que la Maestranza decidió festejar los cincuenta años de don Eduardo a la cabeza de su ganadería, y sus cincuenta corridas lidiadas en Sevilla: “Los toros de Miura han ganado en humanidad desde que el nuevo ganadero los selecciona. No ha traicionado el espíritu de sus antecesores, pero busca un toro más accesible para el toreo, siempre igual de espectacular, pero más noble que antes”.
(Miura, el centinelaTierras taurinas. Opus 7).


“Cada año, de las 70 reses que suele criar la ganadería en un año, se apartan cuatro o seis, las que tienen mejor ascendencia y responden mejor al acoso y derribo, para sementales. Esos añojos los tienta, como todas las vacas, Pepe Luis. "Un par de ellos o tres responden magníficamente y quedan para sementales. Los otros, no, y se convierten en chuletas". Los seleccionados sirven para mantener una ganadería especial. Transmiten esa capacidad para desarrollar sentido, para resistirse al engaño, para no dar cuartel al torero que se achica. A veces transmiten un pelaje colorao ojo de perdiz, o sardo, o salpicao, o cárdeno, y entonces ya es el colmo de Miura".

2 comentarios:

  1. Vive el gran Pepe Luis en los sueños del aficionado por su grandeza,arte,gracia y conocimiento.
    Su toreo era una expresión que revelaba su rasgo de carácter,una pasión escondida y amor al toro.
    Felicitaciones señor Paccini por recordar a tan insigne torero.
    Desde Surco.

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  2. Un conocimiento enorme del toro,con arte,gracia,sentimiento,torería y hacía el toreo bueno despacio y sin violencia.
    Para que se recupere la emoción y el interés por la fiesta,hay que empezar por el toro.La ausencia del rey de la fiesta como debe ser y la falta de emoción del toreo "moderno" está alejando a los aficionados de las plazas.Bien por el recuerdo del maestro.
    Le Romo.

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