1.950 en lo taurino nos deparó la inauguración de la Venta del Batán y el Ayuntamiento de Madrid creó el trofeo al toro más bravo del ciclo de San Isidro.
Se retornaba así la tradición, costumbre popular en la antigüedad, de exponer los toros que se iban a lidiar para que el aficionado viera el trapío del ganado.
Se calculó que más de cuarenta mil personas acudieron a la Venta del Batán, en este primer año. Todavía a falta de algunos remates, se prevé que para el próximo año, funcione la línea de metro que irá a Campamento.
La Venta del Batán fue inaugurada el 11 de mayo de 1.950, al servicio de la plaza Monumental de Las Ventas, por el alcalde Moreno Torres. El recinto fue montado por el Ayuntamiento de Madrid y radica en terrenos de la Casa de Campo, de propiedad municipal.
El Batán, como es popularmente conocido, es un verdadero escaparate de toros, donde estos además se recuperaban del viaje en el camión y cobraban fuerzas de cara a la futura lidia.
Recordaba a la antigua y famosa Venta de Antequera de Sevilla donde se encontraban expuestas las corridas que se lidiaban en la feria de abril de Sevilla.
La Venta del Batán constaba de diez corrales, vivienda para los mayorales de las ganaderías expuestas y cafetería restaurante para el público.
Destacó siempre por su belleza, un estupendo patio de mayorales donde se exhiben en azulejos policromados, la relación de toros premiados por su bravura en el ciclo isidril. El entorno, que recuerda la hermosura campera siempre invitó al aficionado a visitarla.
Tan bella quedó la Venta del Batán, que sí por un milagro hubiera hecho acto de presencia " El Guerra " en persona, de seguro que no repetiría su famoso anatema contra el público de la vieja plaza de Goya hoy Felipe II cuando se le puso de espaldas a finales de siglo :" En Madrid, que toree San Isidro ".
Enclavada en la Casa de Campo que es el mayor parque público de Madrid.
El 1º de mayo de 1.931 fue cedida la Casa de Campo al pueblo de Madrid, estando desde entonces abierta a los madrileños.
En 1.990, el Ayuntamiento de Madrid, remozó la Venta del Batán, creando entonces otro trofeo, esta vez para el torero triunfador en la feria de San Isidro.
Así los días 15 de mayo festividad de San Isidro las autoridades municipales, toreros, ganaderos premiados, aficionados de pro, periodistas taurinos se reunían en una comida en la Venta del Batán y a los postres se entregaban los trofeos al toro más bravo y al torero triunfador del año anterior en San Isidro.
Cada año, por principios de mayo, la Feria de San Isidro se adelantaba en la Venta del Batán.
Llegaban los toros anunciados en la plaza de Las Ventas y las corraletas del hermoso recinto se animaban con el pastueño moverse en silencio de los toros.
Por la misma pasaban familias enteras de aficionados paseaban por las instalaciones y contemplaban las corridas. En taquilla junto a las entradas entregaban un programa con los toros expuestos, que lejos del campo que los vio nacer, esperaban el supremo momento de ser lidiados.
A final de los años mil novecientos noventa y tantos fue cerrada al público por motivo de la enfermedad de la lengua azul. Actualmente se emplea para tener sobreros para el abono de San Isidro.
En estos momentos el Ayuntamiento de Madrid baraja un proyecto temático para la misma a realizar en los próximos años relacionados con el toro y el caballo.
En 1.950, la Corrida de la Prensa, cumplía 50 años.
En estas casi cincuenta tardes hubo de todo: se consiguieron orejas, diversión, lucimientos, pero en otras fue todo lo contrario. Durante un lustro, La Asociación de la Prensa peleó por conseguir los mejores toros, los mejores toreros y las mejores condiciones a favor del aficionado. Muchas veces no pudo ser así. Las fechas de la celebración, la indisposición de los empresarios, el "miedo" a los periodistas, los avatares socio-politicos, el mal tiempo y, a veces, la mala suerte actuaron en su contra. Pero cada año, la cita estaba pendiente.
Sólo en dos ocasiones faltó a la cita : en 1.930 y en 1.937.
Fue en el cincuenta aniversario 1.950, donde se planteaba como encontrar toros y toreros.
De los toros se encarga el ganadero don Antonio Pérez.
El director de " El Ruedo " don Manuel Casanova, resuelve la segunda papeleta y gestionó el mano a mano entre los novilleros de moda: Aparicio y Litri, de sobresaliente Manuel Roig, Niño de la Isla.
Las reses de don Antonio Pérez llegaron al Batan el día 27 de junio desde Salamanca, se lidiaban el 1º de julio en el mano a mano entre Aparicio y Litri.
Allí por primera vez se exponen los novillos, durante tres días los aficionados pudieron contemplar la buena estampa de los mismos, incluso El Nodo hizo acto de presencia filmando para el recuerdo.
Como anécdotas de aquel San Isidro de 1.950, el novillero Chaves Flores, que brindó la muerte de su segundo novillo a Juan Belmonte y Julio Aparicio que brindó a Rafael El Gallo.
Rafael Ortega fue el triunfador del San Isidro de 1.950.
Llegó a Madrid Rita Hayworth, se inauguró la primera Feria del Campo, se prohibió a los vecinos bañarse en el Manzanares y el Atlético de Madrid adquiere el campo del Metropolitano por 11.700.000 pesetas y se proclamó "campeón de liga".
Bonito el cuadro de José Puente, simbolizando la famosa Venta del Batán.