" El picador Francisco Sevilla fue derribado y su caballo destripado por un toro andaluz de una fuerza agilidad prodigiosas. Este toro en vez de dejarse distraer por los peones se encarnizó con el hombre, lo pisoteo y le dio un gran número de cornadas en las piernas; pero, notando que se hallaba demasiado bien protegido por el pantalón de cuero, forrado de hierro, se volvió y bajó la cabeza para clavarle el asta en el pecho. Entonces Sevilla, incorporándose con esfuerzo desesperado cogió con una mano al toro por la oreja con la otra le metió dos dedos por las narices, mientras apoyaba su cabeza contra la de la fiera por debajo...."
Francisco Sevilla " Troni", pintado por Ramón Amerigo en 1830. Litografía publicada en Paris por Laujol.
Fuente: Tierras Taurinas. Opus 16, setiembre de 2012. Pp. 56, 57, 58 y 59
El paso del tiempo no borra la grandeza y valor de un picador de leyenda.Era porque salía con frecuencia el toro fiero para todos.
ResponderEliminarDesde Surco.