Enrique Ponce, resucitando a su mascota
Con "figuras" enfrentadas a deshechos ganaderos sospechosos de pitones, inválidos, mansos y descastados, Acho dio fin a una de sus peores temporadas taurinas, en la que sin duda hubo mucho color y poca verdad.
Analizaremos el papel de la empresa que regenta y conduce los hilos de la temporada taurina del Señor de los Milagros en Acho, las ganaderías, las figuras, la autoridad, el público asistente y la prensa.
La empresa
Afirmaba con mucha razón nuestro querido amigo "Toni", director de la página web española El Chofre (bastión defensor de la integridad de la fiesta de los TOROS) que el empresario taurino es el máximo responsable de los fraudes que se puedan cometer en su plaza. Él es el que contrata a los toreros destoreadores con sus condiciones, él es el dueño de los toros que se lidian, y él es el que vende ese producto.En Acho, además los representantes de la empresa Casa Toreros Consorcio Perú fueron responsables de ofrecer propaganda engañosa publicitando que en Lima habían desembarcado los toros españoles de la ganadería del Puerto de San Lorenzo de la linea Lisardo Atanacio, cuando en realidad lo que rodó literalmente por los suelos de Acho, fueron los anovillados e impresentables Domecq de la Ventana del Puerto, lo que a todas luces constituyó una defraudación al publico consumidor.
Las ganaderías
Los ejemplares de las ganaderías españolas "emblemáticas del encaste borreguil": Daniel Ruiz, Ventana del Puerto y Garcia Jimenez, todos ellos impresentables saldos ganaderos, anovillados, con escasa presencia, sospechosos de pitones, mansos de libro en el caballo y en la muleta, inválidos que transmitían más compasión que emoción. Con estos despojos consideramos que Juan Manuel Roca Rey, representante peruano de la empresa, en lugar de jactarse de ser el único país de America que importa toros españoles, debería sentir vergüenza por el paupérrimo espectáculo que ofrecieron en la que fuera una de las más importantes plazas de America, y hablamos en tiempo pretérito porque Acho ya no es ni la sombra de lo que algún día fue,recuerdo del que la empresa se aprovecha para vender gato por liebre.
De las ganaderías peruanas (Santa Rosa de Lima, La Viña y el Olivar) que también son tributarias del encaste borreguil,lamentablemente decir que ni siquiera en presentación están aptas para comparecer en plazas de primera y en cuanto a lo que llevaban dentro decir que no son más que ganado "morucho".
La grandeza de lo que fue Acho
Las Figuras
Los Ponce, Manzanares, Roca Rey, Garrido, Marín, Colombo, entre otros aparecieron por Acho como se dice en el argot taurino con sus "toritos bajo el brazo", paseándose como Pedro por su casa.Enfrentándose al medio toro, o el novillote adelantado, debidamente manipulados en sus defensas para mayor comodidad y "creación de arte", recibiendo todo tipo de halagos y homenajes, hasta alguno de ellos premiado como el ganador del Escapulario el Señor de los Milagros y desde luego hacer caja y continuar vendiendo humo en el resto de ferias Americanas.
Conviene recordar lo que algún día diría Gregorio Corrochano: "Todo lo que se hace en una corrida de toros tiene apariencia de toreo, pero no todo lo que se hace con los toros es torear."
De las ganaderías peruanas (Santa Rosa de Lima, La Viña y el Olivar) que también son tributarias del encaste borreguil,lamentablemente decir que ni siquiera en presentación están aptas para comparecer en plazas de primera y en cuanto a lo que llevaban dentro decir que no son más que ganado "morucho".
La grandeza de lo que fue Acho
Desplante de Antonio Bienvenida, al toro "Emperador" de La Viña, de seis años, en su encerrona en Lima en el año 1947.
A estos TOROS enfrentaba Juan Belmont en Acho: La Rinconada de Mala
Los Ponce, Manzanares, Roca Rey, Garrido, Marín, Colombo, entre otros aparecieron por Acho como se dice en el argot taurino con sus "toritos bajo el brazo", paseándose como Pedro por su casa.Enfrentándose al medio toro, o el novillote adelantado, debidamente manipulados en sus defensas para mayor comodidad y "creación de arte", recibiendo todo tipo de halagos y homenajes, hasta alguno de ellos premiado como el ganador del Escapulario el Señor de los Milagros y desde luego hacer caja y continuar vendiendo humo en el resto de ferias Americanas.
Llegaron los "figurones" con sus "perritoros" bajo el brazo
Nos preguntamos cómo alguien puede ser declarado ganador de algo, si no ha tenido enfrente un oponente digno, un toro integro, con presencia, fuerza, bravura y movilidad, que transmita emoción tanto en el caballo como en la muleta. En nuestro concepto, la premiación tanto a la mejor faena como a la mejor ganadería debieron ser declaradas DESIERTAS.Conviene recordar lo que algún día diría Gregorio Corrochano: "Todo lo que se hace en una corrida de toros tiene apariencia de toreo, pero no todo lo que se hace con los toros es torear."
La autoridad
El llamado "Juez de Plaza", cuyo nombre desconocemos y tampoco nos interesa conocer, demostró ser un consumado ignaro en la materia y eso sí un estomago agradecido y súbdito de la empresa gestora, que permitió que se violara el reglamento taurino de cabo a rabo. En primer lugar por aprobar el saldo ganadero que saltó al ruedo bicentenario; en segundo lugar por permitir que en una Plaza de Primera, como se suelen denominar todavía a Acho, la Suerte de Varas, eje fundamental de la lidia,brille por su ausencia y se cambie la suerte en casi todas las corridas al primer rasguño de los aún llamados picadores; y en tercer lugar por premiar con dos orejas faenas indecorosas, plagadas de ventaja y con pésima ejecución de la suerte suprema.
El Público
El público que paga su plata por ver un espectáculo en Acho tiene derecho a ser como le dé la gana, pero debemos reconocer que mayoritariamente es festivalero y se entrega con gran facilidad a las figuras dicen para demostrar así su "fina sensibilidad"; público que encuentra en las corridas de toros la oportunidad para divertirse, pasarla bien y presumir de haber visto a las "primerísimas figuras" del escalafón español; público que en la faena de capote gritan ole antes que el animal llegue a jurisdicción del torero, a faenas de capote en las que las Verónicas prácticamente han desaparecido y reemplazadas por trapasos atolondrados sin embarcar con las bambas y traerlos toreados; público que pita la suerte de varas ante el primer encuentro con el montado como si prefirieran que no se piquen a los toros, lo que resulta altamente preocupante; público que jalea faenas de muleta en las que se amontonan derechazos a destajo, plagados de ventaja dando lo mismo el toreo con el pico o con la panza de la muleta, faenas en las que no se exige el temple, el mando, la ligazón y el cargar la suerte, lo que en suma constituye la hondura del toreo. Minoritariamente Acho aún conserva aficionados a los que la empresa y su prensa adicta llaman "reventadores", "talibanes", "antitaurinos", que son los que defiende la pureza de la fiesta rechazando el timo de la estampita y que por tradición expresan sus protestas con pitos, matracas y pancartas denunciando la mala presentación del ganado, la trampa y ventaja del toreo, la mala ejecución de la suerte suprema y la concesión de orejas baratas.
El llamado "Juez de Plaza", cuyo nombre desconocemos y tampoco nos interesa conocer, demostró ser un consumado ignaro en la materia y eso sí un estomago agradecido y súbdito de la empresa gestora, que permitió que se violara el reglamento taurino de cabo a rabo. En primer lugar por aprobar el saldo ganadero que saltó al ruedo bicentenario; en segundo lugar por permitir que en una Plaza de Primera, como se suelen denominar todavía a Acho, la Suerte de Varas, eje fundamental de la lidia,brille por su ausencia y se cambie la suerte en casi todas las corridas al primer rasguño de los aún llamados picadores; y en tercer lugar por premiar con dos orejas faenas indecorosas, plagadas de ventaja y con pésima ejecución de la suerte suprema.
El Público
El público que paga su plata por ver un espectáculo en Acho tiene derecho a ser como le dé la gana, pero debemos reconocer que mayoritariamente es festivalero y se entrega con gran facilidad a las figuras dicen para demostrar así su "fina sensibilidad"; público que encuentra en las corridas de toros la oportunidad para divertirse, pasarla bien y presumir de haber visto a las "primerísimas figuras" del escalafón español; público que en la faena de capote gritan ole antes que el animal llegue a jurisdicción del torero, a faenas de capote en las que las Verónicas prácticamente han desaparecido y reemplazadas por trapasos atolondrados sin embarcar con las bambas y traerlos toreados; público que pita la suerte de varas ante el primer encuentro con el montado como si prefirieran que no se piquen a los toros, lo que resulta altamente preocupante; público que jalea faenas de muleta en las que se amontonan derechazos a destajo, plagados de ventaja dando lo mismo el toreo con el pico o con la panza de la muleta, faenas en las que no se exige el temple, el mando, la ligazón y el cargar la suerte, lo que en suma constituye la hondura del toreo. Minoritariamente Acho aún conserva aficionados a los que la empresa y su prensa adicta llaman "reventadores", "talibanes", "antitaurinos", que son los que defiende la pureza de la fiesta rechazando el timo de la estampita y que por tradición expresan sus protestas con pitos, matracas y pancartas denunciando la mala presentación del ganado, la trampa y ventaja del toreo, la mala ejecución de la suerte suprema y la concesión de orejas baratas.
Los aficionados de los tendidos de sol protestando contra el fraude en Acho
La prensa
Casi toda por no decirlo toda, adicta y genuflexa a la empresa de turno, abdicando su rol de comunicadores sociales con objetividad e imparcialidad; convertidos más en maquinarias publicitarias de la empresa y de los toreros que preocuparse en denunciar el fraude y decir la verdad educando a la afición. Se entiende que todo ello es así no porque reciban sobre, sino tan solo por una miserable credencial de prensa y pase al callejón.
A propósito de la llamada prensa taurina peruana, es lamentable la decadencia conceptual que demuestra el actual responsable de la página taurina de El Comercio, decano de la prensa peruana, quien ha llegado a decir que en Acho se presentan verdaderos corridones de toros y que los toros se ven pequeños porque el ruedo es demasiado grande. Si don Enrique Solari Swayne "Zeñó Manué" otrora crítico taurino de este diario, cronista de Lima, hispanófilo y creador de la feria taurina del Señor de los Milagros, levantara la cabeza seguro que se vuelve a morir.
Conclusión
Ante el petardo ganadero que significó la temporada en Acho, se comprende ahora el apuro de la autoridad en proclamar el mismo día en que finalizó la temporada al paisano peruano y (según algunos indocumentados) "máxima figura del toreo actual" Andrés Roca Rey, como el ganador del Escapulario de Oro del Señor de los Milagros, premio máximo que se otorga en Acho, a la mejor faena siempre que exista, claro está, un digno oponente.Conclusión
La fiesta de los toros sin el TORO como protagonista, es un simulacro sin sentido en el que el TORO es el gran perdedor de su gloria, y el aficionado se convierte en el eterno sufridor de algo sin sentido, que resulta ser el negocio de unos cuantos. Que no haya, lugar al equívoco: el arte del toreo es posible gracias a la nobleza del toro, pero lo que lo hace grandioso es el toro de poder, encastado y fiero; con trapío, serio, bien armado, vibrante, y codicioso.
Dicen los taurinos que el "toro artista" es el que gusta a las figuras de ahora. Nosotros por contra decimos que esa es la ceniza que han dejado sus corruptelas, y la causa principal por la que los verdaderos aficionados han empezado a alejarse de las plazas abandonando sus abonos para no legitimar estos penosos espectáculos y a la vez para no ser presa de Estafas. Luego dirán que los males de la fiesta son por culpa de los antitaurinos, cuando lo cierto es que AL ENEMIGO LO TENEMOS DENTRO de los estamentos de la fiesta y eso es algo rotundamente innegable.
Si queremos recuperar la solera de Acho, pensemos primero en el TORO, lo contrario supone un continuismo, en la línea de la FIESTA CIRCO que últimamente ha sido el común denominador, dado que se ha asimilado perritoros con TOROS DE LIDIA.
Lima, 09 de diciembre de 2017.
POCHO PACCINI BUSTOS
Permiteme felicitarte por LA VERDAD EXPRESADA, sin tapujos ni medias tintas, quisiera que me autorizaras para publicar tu articulo en mi blog para mayor difusión de la verdad de nuestro ambiente taurino, cada ves mas venido a menos.
ResponderEliminarEl distanciamiento no impide defender la Fiesta cada uno con su forma de ser, al final de lo que se trata es que si podemos rescatar Acho desde susu escombros lo hagamos.
Un abrazo
Rolando Tapia
Hola Rolando
ResponderEliminarTienes mi autorización, porque lo único que tratamos es que Acho, sea plaza de TOROS, no de sucedáneos.
También aprovechó para pedirte que públicamente aclares el comentario que hiciste en tu programa de YouTube, en el que insinúas que algunos miembros de la peña taurina El Despeñdero, a la que pertenezco, no fuimos a la última corrida o porque fuimos amenazados o porque fuimos aceitados por la empresa que rige los malos destinos de la Plaza de Acho.
Pues, no sucedió ni lo uno ni lo otro.En mi caso decidí simplemente no ser ESTAFADO y no asistí. El resto de miembros que tampoco asistieron sus razones tendrían y dudo mucho que obedezcan a las insinuaciones hechas. En todo caso ellos ya te lo harán saber.
Saludos
POCHO
no hay problema
EliminarSiempre en la defensa del toro y con la verdad por bandera.De acuerdo contigo.Un abrazo a ustedes.
ResponderEliminarDocurdo.
Docurdo
ResponderEliminarCuesta escribir todo esto, pero creemos que es la única forma de reinvindicar la seriedad que algún día la tuvo la Plaza de Acho.
Saludos