Puede parecer pesimista, y nos gustaría relatar otra cosa, pero esta es la triste realidad de la fiesta en esta plaza de toros de Acho.
La denominada “Feria del Toro” de Acho 2018 comenzó con la novillada fuera de abono, festejo que fue de bostezo por los mansos y descastados ejemplares de la ganadería de Checayani. Destacable la actuación del mexicano Arturo Gilio por la voluntad y ganas que debe tener un aspirante, mientras que David Bolsico y Álvaro Passalacqua demostraron su falta de rodaje. Recordar que en las pre feriales de no hace mucho venían a Acho novilleros camino a la alternativa y algunos ya volvían doctorados a la temporada del Cristo Morado. La incompetencia de la empresa, una vez más, nos privó de mejores opciones en cuanto a ganado y novilleros. Algo que preocupa sobremanera es la labor de los lidiadores de las cuadrillas por su falta de oficio, conocimiento de la lidia y colocación en el ruedo.
La primera corrida de toros fue de la ganadería peruana de La Viña y alternaron Juan Carlos Cubas, Diego Silveti y Román. Toros chicos, sospechosos de pitones, flojos, nobles y con recargo en el peso, ya que no reflejaban los kilos que anunciaban las tablillas. Un esperpento de corrida con la incondicional ayuda de la autoridad que premió al peruano Juan Carlos Cubas con la salida a hombros por una faena pueblerina con todas las ventajas a favor del torero: sin temple, ligazón y ni mando.
Toros de El Olivar se lidiaron en la segunda de abono, con un primero y sexto con presuntas sospechas de manipulación y un cuarto cojo de salida. Dos de los toros en el tipo de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo. En el tercio de varas solamente recibieron refilonazos. Este día se vivió un bochorno de altura al concederse el indulto al tercer toro de la tarde, lidiado por Álvaro Lorenzo. Un animal que sólo recibió un picotazo y sin recargar, y que finalmente terminó rajándose. La autoridad volvió a dañar el prestigio de la Plaza de Acho, convertida hoy en una plaza de talanqueras. El quinto, que tocó en suerte al peruano Simpson, era de triunfo grande. Noble con un goterón de bravura, se rebozaba y humillaba. Se fue con las orejas puestas. Emilio de Justo mostró detalles de torería ante el peor lote, entre ellos el cojo aprobado por la incompetente autoridad.
No ahondaremos, justamente por falta de hondura, en la tercera de feria. Corrida de corte circense y del gusto del público de aluvión por el numerito de las banderillas. Alternaron Padilla, Fandila y Ferrera. Inicialmente anunciada con dos hierros, se acabó de remendar con un tercero.
La denominada corrida del arte, cuarta de abono, se celebró con desechos del Puerto de San Lorenzo, La Ventana del Puerto y un remiendo de Peña de Francia para Morante de la Puebla, Manzanares y el peruano Joaquín Galdós. Los toros llegaron enfundados a los chiqueros de la Plaza de Acho. Un encierro presentado en escalera, descastados y mansos, con cabezas impropias de una plaza de primera y con los más altos precios del orbe taurino. Morante llegó en plan de "conquistador de nuevo cuño" y se quiso ir de rositas sin justificar su presencia y con una actitud impropia de un matador con tantos años de alternativa, lo que ocasionó una respuesta propia de antaño, de la que fuera una entendida afición, y el torero recibió una bronca monumental, despidiéndole entre pitos y gritos de “ladrón”. Manzanares componiendo la figura como de costumbre, empalmando los muletazos (que no es lo mismo que ligar) detrás de la oreja, aliviándose. Mató con la eficacia conocida. El peruano Galdós logró una puerta grande por la localía. El sexto toro era de triunfo importante, dio muchos pases pero le faltó torear con hondura a un toro que metía bien la cabeza. No confirma su larga estadía en España ante el poco progreso taurino demostrado este año en Acho.
Con la quinta corrida culminó la Feria del torete chico, sospechoso de pitones y falto de fuerzas. Esta vez fueron novillotes de Sánchez Arjona para Ponce, El Juli y Roca Rey. Animales impropios de una plaza de primera -por los altos precios que se pagan- con el bochorno que produce el triunfalismo imperante de los espectadores hambrientos de orejas a cualquier precio y donde todo vale.
La empresa tiene que entender que el Toro debe tener mínimo de 4 años, de buena procedencia, con el trapío propio de su encaste, defensas intactas y con poder que asegure un desarrollo adecuado del espectáculo taurino, que además es el más caro de América. Lo que no es de recibo es que la empresa siga presentando novillos adelantados, desechos de cerrado, brochos, faltos de fuerzas, bajos de temperamento, de codicia y si no molestan (entiéndase bobos) mucho mejor. Así fue el torete de la llamada “Feria del Toro” de Acho 2018, que no necesitan ser picados, y que dan lastimosos capítulos de invalidez y mansedumbre.
El buen aficionado ama, respeta y disfruta con desbordada pasión el espectáculo de la fiesta y de la presencia del Toro Auténtico, que es la base de la corrida, todo ello sin intereses secundarios de por medio. Por ello exige y premia lo que pueda hacer el torero con valor y arte. Lo que no es de recibo es la impunidad e indefensión ante el Fraude con el Toro por parte de la empresa, ganaderos, toreros y apoderados, así como los abusos que se dan con el respaldo de la autoridad, la cual debería velar por el aficionado que es el sostén del espectáculo. Y todo ello con el silencio cómplice de la mayoría de la prensa, que abdica de su noble misión informadora y educadora para convertirse en maquinaria publicitaria de este negocio, en el que los perdedores son la FIESTA, el TORO y el AFICIONADO que pasa por taquilla.
Por Pocho Paccini
Aficionado
Ex abonado de la Plaza de Toros de Acho
Así con la verdad de lo acontecido en Acho.Que no es ni siquiera una caricatura de lo que fue una afición entendida y exigente.La decadencia de la fiesta,él toro,va de la mano con la mayoría de espectadores jaraneros que poblan los tendidos.El daño de la empresa con la presentación de toretes es grande,Moreno se jacta en México de que los asistentes quedaron felices y con ganas de volver.Un cara dura.Todo lo que fue belleza,magia,embrujo,se ha esfumado por la falta de emoción del toro auténtico.Lo que sale es anovillado,afeitado y justo de fuerzas - no los pican y parecen de media casta- para faenas basadas en un repertorio repetitivo y monótono.Autoridad,pseudoprensa y hasta grupetes denominados peñas - increíble - convertidos en cómplices de la empresa en el fraude con el toro a los sufridos aficionados que van quedando.
ResponderEliminarVayan nuestras felicitaciones Sr: Paccini.Así se anda por la vida.
Docurdó Corajay.
Dr. Paccini Gracias por la descarnada crónica sobre la tan alicaìda Feria de Acho.
ResponderEliminarMal sabor deja esta empresa con su actitud fraudulenta con lo ofrecido en toros de desecho,afeitados,fuera de tipo,sin hechuras y además anovillados.Una verguenza el respaldo a la estafa de parte de los que se jactan de amar,respetar y defender a Acho y su tradición.Ellos son los antitaurinos en la sombra.
ResponderEliminarOiseau Vert.
Excelente cronica de una estafa anunciada.
ResponderEliminarFelicitaciones Pocho!!