A estas alturas de la vida de César Rincón y, verle como cobarde suena como a un despropósito terrible; y su cobardía ha tenido mucho que ver en los despachos, especialmente, como se presagia, en el del alcalde de Bogotá, un sujeto llamado Gustavo Petro al que, sin duda, César Rincón, por ser quién es ante la torería colombiana, debería de haberle plantado cara. Rincón, ante tal hecho, ha dado la callada por respuesta y el toreo del país andino se ha puesto muy triste.
El maestro César Rincón ¿dónde aprendió la cobardía?
Como sabemos, el tal Gustavo Petro, por el artículo treinta y tres, es decir, por sus cojones, ha prohibido la celebración de las corridas de toros en la ciudad de Bogotá. El “caudillo” colombiano se ha cargado de un plumazo muchísimos años de historia, de la gloriosa historia de los toros en Bogotá; ha cerrado ese “templo” hermoso llamado la Santa María, la plaza referencial de toda Colombia, coliseo taurino emblemático de tan bello país.
Ante dicho desacato, lógicamente, la torería colombiana se echó a la calle para protestar, sin duda, por lo que ellos entendían como un atentado contra sus derechos, tan respetables como honrados. Y, de pronto, dicha torería se vio huérfana del “padre” de todos los toreros de Colombia, es decir, César Rincón.
Nadie puede entender, ni en Colombia ni el mundo las razones por las que César Rincón, se acobardó, hasta el punto de no manifestarse al respecto. Y tener que hablar ahora de cobardía ante el hombre más valiente y entregado que ha dado Colombia como matador de toros, suena como a dislate. El mundo taurino, en Colombia, se le ha echado encima; nadie lo puede entender y mucho menos comprender que, el hombre que arrebató durante muchos años a los colombianos –y a todo el mundo- mediante su faceta como matador de toros, ahora se quede impávido al contemplar que, lo que había sido siempre el escenario de sus más grandes éxitos, se quede mudo como la propia estatua que tiene dicho diestro frente a la Santa María de Bogotá.
Aficionados, asociaciones, compañeros, periodistas, todos han echado en falta su presencia física para defender, justamente, el escenario que le hizo grande al citado César Rincón, la plaza en la que Antoñete le dio la alternativa, la que se despidió para siempre de los ruedos y, ante todo, la que le eligió como consentido del toreo para sus aficionados.
Colombia está triste al respecto. Lo que ha hecho César Rincón con su plaza bogotana no tiene calificativo; es como si de pronto, Louis Hamilton, se retirara de los circuitos donde ha corrido y ganado tantos premios y, de repente, prohibiera o se manifestara contra el deporte que se lo ha dado todo.
Repito que, el toreo de Colombia está triste ante la impasividad de César Rincón por no defender a la plaza que tanto le dio, en la que tanto triunfó y en la que siempre se refugió. Como digo, en Bogotá le han tachado de cobarde al diestro colombiano y, es la peor ofensa que podían hacerle, máxime porque en su vida como torero, César Rincón, además de artista, era un tipo gallardo, valiente, y arriesgado como nadie, siempre, por defender a la fiesta que en realidad le encumbró y lo hizo famoso en el mundo entero.
¿Qué le ha sucedido ahora a César Rincón? Será él, quién tendrá que explicárnoslo. De momento, a todos nos asalta la duda ante su actitud. Tenemos la sensación de que, ante una manifestación multitudinaria contra la fiesta de los toros, la primera pancarta, fuera César Rincón el que la enarbolara; así es, más o menos, para desdicha e infelicidad de todos los aficionados bogotanos que, por culpa de un gracioso se han quedado huérfanos de la fiesta que tanto amaban.
Fuente: http://www.opinionytoros.com/opinionytoros.php?Id=4746&Colab=2
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Una contradicción,algo insólito.La verguenza y el orgullo torero por los suelos.
ResponderEliminarEn fin;en el mundo del toreo actual nada sorprende.
E.A.V.
Yo no sé lo que piensa, porqué no dice nada el TORERO Colombiano.
ResponderEliminarPero cobardo: NO! No es posible! Los que lo llaman cobardo debrian reflexionar un poco, y mirarse en su espejo.
Un matador como hubo pocos! Citando de frente, toreando con la muñeca y la cabeza.
Gracias a él por las tardes de toros que os ofreciò
Saludos a los "americanos" de verdad
A Rincón la afición de Bogotá le juzga por sí silencio cómplice, frente al abuso de prohibir los toros en esa ciudad.
ResponderEliminarNadie discute su valor como torero. Pero como aficionado su conducta no es coherente.
Pocho