"Si cruzo con un toro escogido en tienta y la cruza no me resulta...seguiré sin saber si la culpa es del toro traído de fuera o de mis vacas. En cambio, como el "Diano" ... es un buen raceador, si la cruza no liga, ya no hay incógnita posible y mando todas las vacas al matadero...."
Nos disponíamos a regresar a Colmenar. Estábamos
delante de la casa de <<El Soto>>, ya subidos a caballo, diciendo
esas cosas que se ocurren a última hora, cuando el guarda - que se las daba de
gracioso - salió con una de sus ocurrencias.
- Miren,miren hacia <<La
Manigua>>... <<pa>> que luego digan que no hay
fantasmas!
En efecto, echando la vista en aquella
dirección, vimos algo extraño que relucía mucho al sol poniente y que caminando
de prisa, se tapaba y destapaba entre las matas de fresno. Uno de los vaqueros
dijo:
- Es un caballo tirando de una bicicleta.
- Un poquito de formalidad! - le
contesté yo.
Entonces tu padre me mandó que me adelantase a
ver que era aquello. Piqué espuelas a mi yegua y salí a galope; a mí me
espoleaba la curiosidad.Y cuando ya me iba acercando...
- Eh! El del coche! Mucho cuidado, que a su
izquierdo hay una tolla!
Un señor, montado en un un tílburi, coche
desconocido en todos estos contornos, iba viendo vaca por vaca, como si fuera a
pie, sin reparar mucho por donde se metía.
Al sentir mis voces giró en redondo y vino a
mi encuentro.
- Señor marqués! - le dije - Quién se podria
figurar que anduviera usted por aquí ?
Nos saludamos como antiguos conocidos que
éramos. Me preguntó por el señorito, y le dije que casualmente estaba en la
finca y que no tardaría en llegar.
- Pues llevo un buen rato buscando al <<Diano>>
y no consigo encontrarlo.
-Dificilillo es el asunto. Porque no está
aquí, sino en <<Santillana>>.
- Y queda <<eso>> muy lejos?
- No, pero para el caso como si lo estuviese, ya
que no hay tarde disponible. Otro día lo verá usted.
- Yo sabía que teníais aquí las vacas paridas
y me figuré que esto sería el lote del famoso toro. En cambio, he visto uno con
el hierro de Parladé.
- Y no le ha dado un susto?...Porque tiene
malas pulgas...
- Es el<<Vinagrero>> ?
Quía! Ese es un alma cándida. Se trata del <<Ramito>>,
que es más joven y con peor <<chimenea>>.
- Entonces eché el paseo en balde. Cuando he
visto a ese <<pájaro>> ya me temía que con él no estuviera el
semental anciano.
- Aquí cada piara tiene su toro, para que no
haya dudas luego.
En esto, llegaba tu padre...
- Querido Julián! Estoy inspeccionando su
ganadería!
En nuestra casa puede hacer lo que guste, con
toda libertad... Que tal le va al amigo Villagodio?
Y le contó los propósitos de su viaje,que
habían resultado fallidos.
- Con el deseo que tengo yo de ver ese toro!
- Pues crea que ya casi no merece la pena. No
es ni sombra de lo que fue- Está viejo?
- Hecho una ruina. Sin morrillo, con canas, pelado
a trechos, con los cuernos romos, con un tumor en el primer 3 de su número 33, con
mucha badana... Parece un buey del carro.
- Qué interesante es todo eso!
- Si me hubiera usted avisado, le habríamos
sacado al camino.
- Se me ocurrió de pronto la idea del viaje.El
proyecto de hacerle no es de ayer... Habrá agua fresca en el caserío ?
- Está deliciosa: la acabo de tomar y es quizá
lo único que puedo ofrecerle.
- Pues dé su caballo al vaquero y suba al
coche. Vamos a probar esa riquísima agua y luego le dejo en su casa al pasar
por el pueblo.
Sentados en la mesita del comedor colocada
frente a la reja grande, el marqués entre sorbo y sorbo, le dijo a tu
padre:
- Mire Julián, el verdadero objeto de mi
venida es comprar el <<Diano>>.
- Pero... Se vende?
-Yo creo se debe vender. A ustedes ya no le
hace ninguna falta. La ganadería está transformada por completo y, a mayor abundamiento,
parece que los dos parladés han resultado verdaderos continuadores de la obra. En
cambio, yo estoy firmemente decidido a cruzar mi vacada.
- Muy bien pensado. Santa Coloma, cuya
ganadería es la de moda, le venderá con mucho gusto un eral.
- No puede ser, por lo que ahora le diré. Mis
toros no salen buenos, si hemos de creer a los matadores. Sin embargo, yo
estimo que las vacas muy apuradas en la tienta son superiores. Puede consistir
entonces el fallo en los sementales que vengo echando, o quizá esté la razón en
que siendo las vacas bravas, por el motivo que sea, paren hijos de peor
condición.
- Y que tiene que ver el <<Diano>>
con todo eso?
- Déjeme usted acabar. Si cruzo con un toro
escogido en tienta y la cruza no me resulta...
- Porque no va resultar?
- ...Seguiré sin saber si la culpa es del toro
traído de fuera o de mis vacas. En cambio, como el <<Diano>> tiene sobradísimamente
demostrado que es un buen raceador, si la cruza no liga, ya no hay incógnita
posible y mando todas las vacas al matadero. Como ve, el asunto está bien
estudiado y usted no puede negarse a facilitar la experiencia.
- Pues lo siento mucho, marqués. Pero del
<<Diano>> yo no pienso deshacerme nunca.
- Le advierto que estoy dispuesto a pagar por
él lo que les costase en 1904...
No es en ese año cuando lo adquirieron?
- No crea usted que fue una exageración, ni
mucho menos, lo que se pagó por él.
- Bien. Voy a hablar más claro. Pagaré por el
toro sin <<regatear>> lo que usted me pida... Entendido?
- No puedo, aparte de otras consideraciones, aceptar
su proposición porque sería un verdadero timo por mi parte. El toro - ahora si
que siento que no le haya visto - está acabado, tiene diecisiete años cumplidos.
Posiblemente ni llegaría vivo a Zamora.
- Eso no es cuenta de usted. Aquí mismo
se encajona y antes le pago. Si se muere en el camino, mala suerte.
Tanto insistió que tu padre, ya no sabiendo
qué contestar, le dijo que la mayor partícipe de la ganadería era su tía
Vicenta, la que vivía de las dos hijas de don Vicente Martínez, y que
nada podía hacerse sin contar con ella.
- Pues muy bien. Las mujeres suelen tener otra
manera de enfocar los asuntos, más desapasionada que la nuestra. Tenga usted la
bondad de consultarla,o,si lo prefiere, iré yo mismo a visitar a esa señora. Estoy
seguro de que accederá.
Tu padre estaba bien cierto de lo
contrario, pero como se había comprometido a consultar, no quiso dejar de
hacerlo. Su tía le contestó muy extrañada: Ya sabes que tienes carta
blanca para proceder como quieras en el
asunto de la ganadería. Pero te agradezco que esta vez no hayas resuelto sin
consultarme, porque mi deseo es que ese toro se muera de viejo en casa... Es lo
menos que podemos hacer con el pobre <<Diano>>
!
- Estaba seguro que ese sería tu parecer, que
coincide con el mío, pero como Villagodio insistió tantísimo, he querido
reforzar mi petición, o sea mi negativa rotunda, preguntándote sobre el
particular.
El marqués, cuando se desengañó
totalmente, compró un semental de Santa Coloma, pero la cruza no resultó, y
habiendo muerto al poco tiempo, su viuda vendió la ganadería a Ignacio Sánchez,
de Salamanca, el cual luego la cedió a un señor de Valladolid que se llamaba
Pimentel.
Y una noche muy cruda de enero de 1920 murió
el <<Diano>> en el <<Cierro de la Parra>>. Su
cabeza muy mal disecada por cierto, estuvo durante muchos días expuesta en el
escaparate de <<El Alfombrista>>, donde hoy está el bar Regio. Se
quiso curtir la piel entera, pero se cuarteó por todos los sitios. Algún
periódico taurino llegó a publicar la esquela de defunción. Me parece que fue <<The
Thimes >>, que dirigía don Isidro Amorós. Como el famoso
toro iba con el siglo, tenía veinte años, y en el tiempo
que vivió tuvo 756 hijos, entre machos y hembras, como dice ese cuadro
que está en el despacho de tu casa, que yo tengo bien visto, porque cae
enfrente a la silla en que me siento todas las noches...
Fuente: transcrito in extenso del semanario gráfico de los toros: El Ruedo. Año XII.
Cortesía de Germán Urrutia Campos.
Fuente: transcrito in extenso del semanario gráfico de los toros: El Ruedo. Año XII.
Cortesía de Germán Urrutia Campos.
Un acierto el recordar a Don Luis Fernández Salcedo y sus narraciones de la época romántica del toreo y fortaleciendo el factor cultural de la fiesta.
ResponderEliminarM.D.S.